Oier llama a la portería

El portero irundarra fue de los más destacados de la segunda ronda copera

Acumula cuatro titularidades con el Espanyol y aún no ha encajado un solo gol

Oier: "Lo importante es que el equipo ha ganado"

Oier Olazabal, en imagen de archivo

Jonathan Moreno

No daban crédito en El Plantío. El millar de privilegiados aficionados burgaleses que presenciaron el Burgos-Espanyol aún se echan las manos a la cabeza recordando las ocasiones de Guillermo, Saúl Berjón y compañía. Detrás de cada remate, de cada intento de empatar el partido, aparecía el cuerpo salvador de Oier Olazábal para frustrar a los castellanos. El portero irundarra cauterizó la herida blanquiazul cuando ésta más sangraba. Con el 0-1 el equipo se resquebrajó y sufrió para aguantar la ventaja, pero allí emergió Oier, con su 1,90 metros, para evitar males mayores.

Debate abierto

En su segunda titularidad esta temporada, el vasco exhibió veteranía en un equipo trufado de suplentes. Oier ya se había erigido en protagonista en la anterior eliminatoria, cuando con 0-0 en el marcador detuvo un penalti a Sergio Cortés del Llagostera. Esa intervención con su manopla izquierda permitió a los blanquiazules forzar la prórroga y sentenciar con el tanto de Javi Puado.

De hecho, el portero de Irún ha custodiado en cuatro ocasiones la portería perica, todas ellas manteniéndola a cero. El estreno como espanyolista fue placidísimo. En la primera jornada postconfinamiento de marzo, superada la lesión que sufrió a los pocos días de su fichaje en enero, Oier se enfundó los guantes por la sanción de Diego López. El Alavés no le exigió. Más ingrato fue el duelo ante el Celta de la última jornada, con el equipo ya descendido. 

Las actuaciones del guardameta guipuzcoano no han pasado desapercibidas en el entorno espanyolista, que ya se pregunta si Oier debería ser el defensor del arco en la competición liguera. Diego López empezó el campeonato en plena forma, batiendo el récord de imbatibilidad de Thomas N’Kono y estableciendo un nuevo hito de 537 minutos sin encajar. Sin embargo, parte de la afición masculla cada vez que el de Paradela comete un error que cuesta puntos, como el del Fernando Torres de Fuenlabrada. Problemas para Vicente Moreno. Benditos problemas.