Mario Hermoso: "Rubi sabe sacar lo mejor de cada jugador"

Mario Hermoso habló en exclusiva para SPORT

Mario Hermoso habló en exclusiva para SPORT / Marta Fernández

Javier Giraldo

Javier Giraldo

Convertido en poco tiempo en uno de los pilares del Espanyol, Mario Hermoso (Madrid, 18-6-1995) ejerce también de líder fuera del campo: en el peor momento del equipo blanquiazul, que ha perdido nueve de sus últimos diez partidos de Liga, el defensa atiende a SPORT tras participar en una sesión fotográfica de Adidas para enviar un mensaje de tranquilidad a la afición, resalta la plena confianza del vestuario en su entrenador y reconoce que está jugando mermado para ayudar a sus compañeros.

¿Se puede extraer alguna lectura positiva de la eliminación de la Copa?

Caímos ante un equipo que jugaba especialmente motivado porque la final se va a jugar en su estadio. Llegamos a adelantarnos y durante mucho tiempo la eliminatoria estuvo abierta. El Espanyol demostró que es un equipo con carácter, pero tenemos muchas bajas y la expulsión de Marc [Roca] lo hizo  todo más complicado. El Betis tiene buen trato de balón, jugadores muy verticales y con último pase. Aguantamos como pudimos, pero estamos haciendo esfuerzos muy grandes cada tres días y no tenemos una plantilla tan amplia como para poder jugar cada tres días. La lectura positiva es que juntos somos mejores: eso nos ayudará en el segundo tramo de la liga. 

El partido ante el Villarreal será casi una final.

Es importante para nosotros, para seguir creyendo en nuestra idea de juego y por la ilusión de volver a ganar. Tenemos que volver a la victoria ante un rival complicado, que tiene jugadores para estar en Europa. 

El equipo necesita volver a ganar fuera de casa.

Sí, nos falta esa victoria fuera para enrachar un par de jornadas. En casa estamos siendo un equipo complicado para el rival, con juego vistoso e intenso, pero necesitamos volver a ganar fuera.

¿Ya está plenamente recuperado de la lesión?

Bueno…. Al cien por cien nunca se está. Ahora tenemos carencias y nos faltan muchos jugadores. Hay que estar ahí… Yo intento ayudar siempre: no estoy en mi mejor momento, pero no hay excusas, hay que ayudar en todo lo que se pueda mientras no estén los compañeros. 

¿Qué pensó cuando estuvo de baja y veía que el equipo enlazaba derrota tras derrota?

Sientes impotencia de no poder ayudar a tus compañeros. Sufres porque no puedes hacer nada. Soy solidario en el esfuerzo y en el trabajo diario y te sabe mal no poder ayudar, pero son cosas que pasan. Ahora intento recuperar el mejor nivel y volver al tono de inicio de temporada, que fue bonito y la gente se ilusionaba.

¿Qué ha pasado, por qué el Espanyol se ha caído así? No sé si el aficionado lo entiende del todo.

Hemos perdido partidos que no tendríamos que haber perdido: cuando no estás acertado en el área rival, eso te penaliza mucho en el área propia. Salvo dos partidos en los que no competimos, el equipo siempre ha dado la cara, intentando plantar nuestra idea de juego y con las ideas muy claras. También nos ha faltado suerte. Lo que no se puede es ser ventajista, decir que un día eres muy bueno y al siguiente, muy malo. Nosotros somos los primeros que queremos ganar y corregir errores. La filosofía de juego sigue siendo la misma. Si tengo que enviar un mensaje a la gente diría que hay que estar tranquilos: en el equipo y en el vestuario estamos capacitados para sacar esto adelante. Le daremos la vuelta a esa situación, sin ninguna duda.

¿El atasco en la parte baja de la Liga ayuda o compromete aún más?

Aún hay más de 50 puntos en juego y está todo muy apretado. Hay estados de forma, rachas, lesiones, altibajos… A nosotros nos ha tocado ahora una mala racha. Dónde estaríamos si hubiéramos hecho las cosas un poco mejor… por eso creo que no todo es tan negativo como parece, el equipo volverá a ganar y la gente, a ilusionarse.

De Quique Sánchez Flores a Rubi: ¿cómo se explica la metamorfosis del Espanyol?

El míster ha sido capaz de darse cuenta del tipo de jugadores que tenía en la plantilla. Nosotros estamos capacitados para hacer lo que hacemos ahora: buen trato con el balón, asociarse bien, ser verticales y tener calidad técnica. El entrenador ha sabido encajar con esa propuesta y sacar el máximo rendimiento de cada jugador, es muy bueno en eso. Y en su forma de motivarnos también: el jugador necesita sentir esa ambición de querer ser el mejor.

¿Peligra el puesto de Rubi si no mejoran los resultados?

Nosotros estamos tranquilos, él está tranquilo y el club está tranquilo. Con él, los jugadores han explotado su máximo nivel. Sin él no estaríamos rindiendo a este nivel: este año se ha visto un nivel de jugadores que nadie podía imaginarse. Ha formado un equipo joven y formado mayoritariamente por jugadores españoles, algo muy complicado hoy en día a menos que seas el Athletic, claro. Competir en Primera con nueve o diez jugadores españoles y una media de 24 ó 25 años es algo muy bonito. Creemos en el entrenador y estamos convencidos de su idea de juego.

Últimamente se habla mucho de su futuro: primero, relacionándolo con el Madrid y ahora, con el Bayern.  

Cuando las críticas son buenas no hay que hacerles mucho caso y cuando son malas, tampoco. En este tema ocurre lo mismo: lo que pueda pasar en el futuro no me preocupa, lo que tenga que llegar, llegará. Me interesa retomar ese buen juego que te permite crecer y tener oportunidades, como la que tuve de ir a la selección. Lo que me importa es que el equipo vuelva a su mejor nivel. 

En la selección, precisamente, todo apunta a un relevo generacional en la defensa.

Todo jugador piensa que lo mejor está por venir. Agradezco mucho la confianza del seleccionador y poder ser una pieza importante dentro de ese relevo generacional. Es ley de vida: la gente joven tiene que empezar a tomar ese relevo. Encantado de tener esa suerte. 

¿Ya ha interiorizado qué supone formar parte de una ‘maravillosa minoría’?

Es bonito sentirse perico y parte de esa familia. La gente está orgullosa de su equipo, de su ciudad y de sus jugadores. Noto que el trato y el cariño son especiales,  te sientes diferente.

¿Qué tal vive un madrileño en Barcelona?

Bien, porque es una ciudad maravillosa, comparable a Madrid en muchos aspectos: mucha gente, el ocio, los restaurantes. Tengo la suerte de vivir cerca de la playa y aunque no la pises todos los días, siempre relaja. La gente me está tratando con mucho cariño y yo procuro dejarme todo lo que tengo dentro cada día para defender esta camiseta. Al fin y al cabo, la pasión de la gente es lo que mueve el fútbol.