LALIGA

Manolo González, un año de reivindicación y estabilidad

El técnico gallego celebra su primer aniversario como entrenador del conjunto blanquiazul con el objetivo de lograr su segunda hazaña tras el ascenso a Primera la temporada pasada

Manolo González, en su presentación como nuevo entrenador del RCD Espanyol en marzo de 2024

Manolo González, en su presentación como nuevo entrenador del RCD Espanyol en marzo de 2024 / RCD Espanyol

Marc Marín

Marc Marín

Este miércoles 12 de marzo se cumple un año de la llegada de Manolo González al primer equipo del RCD Espanyol. El entrenador gallego cogió las riendas de una plantilla muy debilitada mental y deportivamente en Segunda División y la transformó hasta traerla de vuelta a la élite del fútbol español. Cumplidos 365 días desde su aterrizaje en Cornellà-El Prat, el técnico blanquiazul afronta ahora una misión igual o más complicada: la salvación del equipo.

Manolo González fue anunciado el 12 de marzo de 2024 como nuevo entrenador del RCD Espanyol. El cuadro perico venía de dos empates consecutivos ante Huesca y Alcorcón que dejaban al equipo fuera de las posiciones de ascenso directo. El técnico en ese momento, Luis Miguel Ramis, no había logrado conectar con la afición y tampoco había conseguido fortalecer el aspecto defensivo, una de las asignaturas pendientes de un equipo blanquiazul con la etiqueta de favorito en LaLiga Hypermotion por historia y, sobre todo, por presupuesto.

Tras ese doloroso 1-1 en Santo Domingo, Ramis fue destituido y Manolo González debutó por todo lo alto en La Romareda. Con un solitario gol de Puado, el Espanyol sumó los tres puntos ante el Real Zaragoza en un estreno inmejorable para un entrenador sin experiencia alguna en el fútbol profesional.

Del filial al primer equipo

El de Folgoso de Caurel llegó directamente desde el filial perico con el objetivo de lograr una regularidad en los resultados y ascender al Espanyol a Primera División. No fue una tarea fácil para un Manolo González que fortaleció la defensa del equipo, pero que perdió eficacia de cara a portería. El preparador gallego sumó ocho empates, cuatro victorias y ninguna derrota en la fase regular, lo que no le alcanzó para ascender directamente, pero sí para clasificarse para el play-off.

De hecho, el primer partido que perdió Manolo González fue la ida de la final de la promoción de ascenso ante el Real Oviedo, tras superar las semifinales frente al Real Sporting con victoria en El Molinón y empate en el RCDE Stadium. No obstante, aquel 1-0 en el Carlos Tartiere fue incluso la mejor de las noticias para el cuadro perico, que pudo haber llegado al partido de vuelta con un resultado peor.

El resto ya es historia. Manolo culminó su primera gran hazaña en el RCD Espanyol gracias a una remontada para la historia en Cornellà-El Prat (2-0 con doblete de Puado ante los carbayones) que permitió al club regresar, nuevamente a la primera, a la élite del fútbol nacional.

Primera División, un mundo totalmente distinto

Con la etiqueta de recién ascendido y con uno de los límites salariales más bajos de la categoría, Manolo González se estrenaba en Primera División con un objetivo todavía más complicado que el anterior: lograr la salvación.

Manolo González, entrenador del RCD Espanyol, durante el duelo contra el Girona

Manolo González, entrenador del RCD Espanyol, durante el duelo contra el Girona / Valentí Enrich

El comienzo de temporada ya fue un presagio de lo que le esperaba al técnico gallego en la élite. La primera victoria llegó en la cuarta jornada ante el Rayo Vallecano, pero el Espanyol en ningún momento ha logrado abrir brecha con la zona de descenso, que ocupó durante varias jornadas hasta el triunfo frente al Real Madrid. El 1-0 ante los blancos fue otra de las grandes hazañas de Manolo González teniendo en cuenta la diferencia de presupuesto y las dinámicas que llevaban ambos conjuntos.

Doce meses después de su llegada a Cornellà-El Prat, el preparador de Folgoso de Caurel mantiene al Espanyol a dos puntos de la zona roja con un partido menos que todos sus rivales directos. En este 2025, parece haber dado con la tecla para construir un equipo que trabaja como nunca en defensa e intenta aprovechar sus llegadas al área contraria. De hecho, el cuadro blanquiazul tan solo ha perdido un partido en lo que va de año, una dinámica que Manolo González debería mantener hasta final de curso porque Valencia, Leganés y Alavés aprietan fuerte.