Juanjo Díaz deja un poco huérfano al Espanyol

Juanjo falleció a los 68 años

Juanjo falleció a los 68 años / Zoltan Czibor

Jordi Blanco

Juanjo Díaz falleció este miércoles en Barcelona, víctima de una larga enfermedad, un mes antes de cumplir los 69 años. Discretó como siempre fue, su persona permanecerá por siempre unida al Espanyol, club al que entregó sus mejores días, con y por el que sufrió y con el que, también, disfrutó de su momento inolvidable.

Retirado del escenario, el Badajoz fue, en la temporada 2002-03, el último club al que dirigió desde el banquillo antes de volver a relacionarse con su Espanyol, alrededor del cual se encajó con evidente tristeza la noticia de su muerte. Este jueves se instalará la capilla ardiente en Terrassa, donde se llevará a cabo el funeral el viernes por la mañana.

Con Juanjo Díaz se marcha una pequeña pero emocionante parte de la historia del EspanyolDescendido de Primera División en 1989, el club blanquiazul, aún en Sarrià, fichó a Benito Joanet para asaltar el regreso a la máxima categoría... Pero tras la disputa de 17 jornadas, con solo seis victorias y seis puntos por debajo de los puestos de ascenso la directiva de Julio Pardo sentenció el despido, entregando la plantilla a Juanjo Díaz.

El Espanyol ascendió... En una promoción que le enfrentó al Málaga en junio de 1990 después de ganar por 1-0 en Sarrià, perder 1-0 en La Rosaleda y sentenciar la suerte en la tanda de penalties. Por 5-6 venció el Espanyol después de que Zubillaga fallase el segundo lanzamiento del equipo que aquella tarde vistió de rojo y que alineó a Meléndez, Eloy, Mendiondo, Albesa, Luis Martín, Maestre, Wuttke, Gay, Zubillaga, Pineda y Archibald, jugando también Andrés Escaich, autor de un gol en la tanda definitiva.

Volvió, como remedio desesperado, en la recta final de la temporada 1992-93, después del hundimiento de Novoa (9 derrotas y 1 empate) para buscar un imposible en las tres últimas jornadas. No lo logró, claro, pero en su persona siempre encontró el Espanyol a un tipo desinteresado y entregado a la causa periquita.

Ya fuera entrenando a Valladolid, Huesca, Andorra, Águilas, Cartagena o BadajozJuanjo Díaz no ocultó nunca sus colores. Descanse en paz.