Joan García resiste en el Pizjuán

El Espanyol exhibió el manual de resistencia en el Sánchez-Pizjuán para sacar un punto de fe contra el Sevilla (1-1). Los pericos resistieron contra viento y marea tras adelantarse temprano en el marcador y Joan García se convirtió en el héroe espanyolista para sacar un punto valioso fuera de casa. El empate no permite abandonar la zona de descenso, aunque el equipo sigue sin perder en 2025 en un inicio de año que invita al optimismo.

Era una oportunidad única la que tenía el Espanyol en el Sánchez-Pizjuán para salir del descenso. Cada partido es una final para los pericos, aunque el golpe moral que hubiese supuesto abandonar la zona roja era difícilmente superable. Las puertas de la salvación se abrían a Manolo González, quien apostó por Roberto Fernández como titular después del estelar debut del cordobés contra el Valladolid.

El Espanyol toma ventaja

El partido empezó accidentado; cuando apenas se había disputado un minuto de juego, el árbitro asistente tuvo que ser sustituido por lesión en un arranque surrealista del encuentro. Sobre el terreno de juego, el Espanyol dejó claro desde el principio que su idea no iba a pasar por tener la posesión de balón, aunque las alegrías llegaron temprano en los pericos. Un centro tras una falta lateral era nefastamente rechazado por la defensa hispalense, dejando el balón franco a Kumbulla quien remató con todo para adelantar al Espanyol (0-1).

El tanto reforzó la apuesta de los blanquiazules, que redoblaron sus esfuerzos en defensa ante un Sevilla incapaz de batir la última línea rival. La lesión de Braian Oliván fue el precursor de la tormenta que se avecinaba sobre el Espanyol; el Sevilla empezó a acumular ocasiones sin parar y estrelló dos balones al poste entre Lukebakio y Badé que hicieron temblar la portería de Joan García, protagonista de la resistencia perica.

La insistencia tiene su premio

El Espanyol, sin embargo, consiguió llegar al descanso por encima en el marcador, aunque la segunda parte solamente iba a incrementar la presión sobre los pupilos de Manolo. La insistencia del Sevilla era incansable, incluso después de un riguroso tanto anulado por Cordero Vega de Loïc Badé por un empujón previo del central francés. Finalmente, el premio terminó llegando; Badé, siempre protagonista durante el encuentro, ajustó un gran tiro desde la distancia que Joan García, taponado por sus propios defensas, no pudo repeler esta vez (1-1).

Con el Sevilla lanzado, los hispalenses olieron sangre en busca de tres puntos vitales para acercarse a posiciones europeas. La resistencia del Espanyol era feroz, centrada especialmente en defender los envites del siempre imprevisible Lukebakio. Sin embargo, los pericos volvieron a sacar una vez más el manual de resistencia juntando líneas como todo el partido a merced de los ataque de su rival... y el empate no se movió del marcador. El Espanyol consigue un empate valioso que no le saca del descenso, mientras que el Sevilla se vuelve a quedar a medias y pierde, una jornada más, el tren a Europa.