Hoy puede ser un gran día

El Espanyol está a un punto de certificar el ascenso matemático a Primera

Vicente Moreno no podrá contar con su máximo artillero, Raúl de Tomás

Los jugadores del Espanyol celebrando uno de los tantos ante el Málaga

Los jugadores del Espanyol celebrando uno de los tantos ante el Málaga / DAVID RAMÍREZ

Jonathan Moreno

Diez meses exactos han transcurrido desde aquel fatídico 8 de julio de 2020. Aquella fecha de ingrato recuerdo y en un escenario de urticaria perica, el Espanyol consumó el descenso al sótano del fútbol profesional. 304 eternos días después, los llantos de aquella noche calurosa en Les Corts, presagio del infierno que aguardaba, pueden tornarse en lágrimas de felicidad y sonrisas infinitas.

El camino hasta las puertas del paraíso no ha sido una caminata por el valle, tampoco lo fue para Dante acompañado de Virgilio. Desde la telenovela estival para incorporar a Vicente Moreno, hasta los momentos de mayor crispación tras una serie de resultados adversos, pasando por la eterna rumorología en torno a las figuras del equipo. Ahora todo parece olvidado, la euforia nubla o mitiga los malos recuerdos. Sin embargo, hubo jornadas en las que el técnico era seriamente cuestionado, tachado incluso de implantar un estilo ‘amarrategui’, y semanas en las que las ofertas por De Tomás o Cabrera comprometían el proyecto forjado para el ascenso.

Punto y final

La memoria en el fútbol, y en el deporte en general, es efímera. Dura hasta el siguiente encuentro. El sufridor aficionado blanquiazul hace ya muchas fechas, catorce para ser concretos, que no digiere ningún disgusto. Sus cerebros no dejan de segregar dopamina. La felicidad es total desde la visita del Rayo Vallecano al RCDE Stadium, en el pretérito último día de enero. Aquel 2-0 que mutó en 2-3 y que alimentó el malestar del 1-0 en Montilivi.

Falta el último paso. El empellón final para certificar el excelente trabajo hecho durante todo el curso, algo innegable a Vicente Moreno, el punto que sea final feliz a esta historia de diez meses. 

No se dieron los condicionantes ni las rocambolescas combinaciones el fin de semana pasado. Hoy, el Espanyol depende de sí mismo. Ni Almería ni Leganés entran ya en la ecuación. Los catalanes, de sumar un punto en La Romareda, serán matemáticamente nuevo equipo de Primera División a falta de cuatro partidos para la conclusión del campeonato. ¿Quién no hubiera firmado en julio?

Duda en ataque

Para ello, el entrenador de Massanassa deberá realizar algún ajuste en su once titular, sobre todo en delantera. Raúl de Tomás se perderá el duelo a orillas del Ebro al haberse contagiado con la covid-19. Su sustituto es toda una incógnita, ya que Moreno, fiel al 4-4-2, manejaba varias alternativas. Dando por descontado que Dimata estará en vanguardia, Javi Puado podría abandonar el flanco izquierdo para formar tándem con el belga. Este enroque permitiría a Nico Melamed entrar como extremo.

Otra opción que cavila el míster perico es alinear a Óscar Melendo como falso delantero, justo por detrás de Dimata. Una posición que no sería extraña para el canterano, que ya ha actuado a la espalda de RDT durante algunos partidos de este curso. Incluso Embarba podría eventualmente ocupar zonas más ofensivas dada su calidad en el desborde y la definición.

Los diez puestos restantes parecen claros, salvo sorpresa de última hora. Moreno no hará probaturas y optará por la alineación que el espanyolismo se conoce de ‘pe a pa’. Diego López, Cabrera y Calero conformarán el eje defensivo, mientras que Bare y Darder serán los encargados de luchar y poner la imaginación. 

Alineaciones probables:

Zaragoza: Cristian Álvarez; Vigaray, Francés, Peybernes o Jair, Nieto; Bermejo o Sanabria, Zapater, Francho, Narváez; Adrián, Iván Azón.

Espanyol: Diego López; Óscar Gil, Calero, Cabrera, Pedrosa; Embarba, Baré, Darder, Melamed; Puado, Dimata.

Árbitro: Pulido Santana (grancanario)

Estadio: La Romareda (18.15 horas).