El Espanyol 'palma' y ya es penúltimo

El Espanyol no levanta cabeza

Sebastián Vargas Rozo

Se prolonga el sufrimiento, se perpetúa el dolor y se agudiza la crisis. Todo junto para un Espanyol que en Mallorca volvió a hacer agua, cayendo 2-0 ante el equipo recién ascendido gracias a los tantos de Budimir y Salva Sevilla. Pero, sobre todo, gracias a lo vulnerable que se muestra en defensa el cuadro catalán que sigue sin encontrar oxígeno bajo las órdenes de David Gallego.

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LaLiga

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Alineaciones
Mallorca
Reina; Sastre, Valjent, Raíllo (Xisco, 69'), Gámez; Baba (Pedraza, 77'), Salva Sevilla; Dani Rodríguez, Febas, Lago Júnior (Kubo, 56'); Budimir.
Espanyol
Diego López; Corchia, David López (Naldo, 62'), Lluis López, Pedrosa; Víctor Sánchez, Marc Roca (Melendo, 78'), Granero; Matías Vargas (Piatti, 75'), Campuzano, Wu Lei.

Son Moix recibía a un cuadro blanquiazul bastante bipolar, capaz de lo mejor y de lo peor. El gran reto para los de Gallego era poder encadenar dos juegos venciendo tras par de meses sin lograrlo. Un último vago recuerdo ante el Lucerna era lo que quedaba de 180 minutos seguidos con victorias. El Mallorca, penúltimo clasificado, parecía una gran oportunidad para hacerlo como trampolín de confianza.

Pero no iba a poder ser. De arranque, los de Vicente Moreno plantaron cara. La primera parte, eso sí, fue un bodrio de cuidado. Todo hasta que arribó al partido su majestad, el gol, de la manera más bizarra posible: con una anotación de estómago. 

Budimir hizo real la frase "marcar como sea" y, tras centro de Sastre por banda derecha, el croata llegó con su abdomen para mandarla a guardar en predios de Diego López, que volvía a ver caer su portería tras el milagro de Moscú donde pudo dejarla a cero tras ocho partidos. La cuenta volvía a empezar.

Tras el descanso, llegaban mensajes confusos desde el banquillo de Gallego. Primero, porque no daba entrada ni ponía a calentar a ninguno de sus hombres en los primeros compases del segundo tiempo; y luego, porque al realizar la primera modificación optó por cambiar un central por otro: Naldo saltó al césped reemplazando a David López y, para colmo, fue amonestado por una falta apenas segundos después.

Sin rumbo dentro ni fuera del verde, el Mallorca tomó partido para matar las acciones. No podría haberlo logrado sin la excelsa ayuda de Lluis López y Víctor Sánchez, uno con peor despeje que el otro para dejarle el balón servido en bandeja de plata a Salva Sevilla, que fulminó con una volea de zurda a Diego López. Son Moix enloquecía por una victoria que les sacaba del descenso.

Con agonía y sufrimiento, el tiempo pasó hasta que De Burgos Bengoetxea puso fin a una caída blanquiazul que les sigue dejando en 'zona roja' y pone a David Gallego a hacer malabares en la cornisa con mucho peligro de caer. Lo del CSKA se quedó en ilusión y en Palma todo volvió a la triste realidad.