El futuro perico, repleto de dudas

El Espanyol sigue con su puesta a punto

El Espanyol sigue con su puesta a punto / RCD Espanyol

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El futuro del Espanyol está plagado de dudas. El conjunto perico comparte con el resto de clubes la incertidumbre que rodea el regreso del fútbol en tiempos de “nueva normalidad”. A ello hay que añadir la sensible situación deportiva del colista de la Liga Santander y el impacto económico que supondría un eventual descenso.

Posibles escenarios

Por todas estas cuestiones, la planificación deportival del club se encuentra en punto muerto. Según informó el programa radiofónico ‘Tiempo de Espanyol’, el club baraja tres escenarios. Si se salva la categoría, el Espanyol vería reducidos sus ingresos por el descenso en un 30% de los derechos televisivos pero se renovaría a tres o cuatro jugadores a la baja y se buscarían tres fichajes determinantes.

Si no acaba la liga pero tampoco hay descensos, el club podría verse en la obligación de vender un futbolista al no recaudar parte de los derechos televisivos. Asimismo, si se consumara el descenso sería necesaria una rebaja salarial y una remodelación de la plantilla con el único objetivo de regresar a Primera.

Incógnitas en defensa

Con todas estas cuestiones en el aire, el club no ha tomado todavía una decisión sobre el futuro de Diego LópezDídac Vilà y Javi López. Con los tres se empezó a hablar de cara a una renovación, pero no hay nada cerrado. En paralelo, se especula con el interés de Betis Valencia en Javi Dídac. Además, Naldo cuenta con buen cartel internacional, mientras que Bernardo Corchia finalizan este verano sus cesiones.

El que podría regresar al Espanyol es Pablo Zabaleta. El argentino, que acaba contrato con el West Ham, considera cerrada su etapa en Inglaterra y expresó su intención de volver a residir junto a su familia en la capital catalana. Sin embargo, aún no ha anunciado si seguirá en activo.

Simulacro antes del verano

Tras la doble sesión del miércoles, el equipo perico se ejercitó este jueves en un único entrenamiento a partir de las 9.15 h de la mañana. Las elevadas temperaturas, alrededor de los 30 grados y con un alto nivel de humedad, supusieron una prueba de resistencia para la plantilla blanquiazul. Los jugadores recurrieron a los botellines, la sombra y los aspersores para combatir el inclemente sol que dominaba la Dani Jarque.

Estos condicionantes coinciden con un incremento en la exigencia de los entrenamientos, que cada vez cuentan con más protagonismo del balón para alivio de los chicos.