El Espanyol recupera el gol y la sonrisa

El Espanyol doblega al Mirandés

Jonathan Moreno

Recuperó sensaciones el Espanyol, si había perdido alguna tras la volea de Isi Palazón en Vallecas. Con la contundencia en retaguardia que le caracteriza desde la llegada de Vicente Moreno, aunque sin muchos fuegos artificiales, la plantilla perica conserva el liderato gracias a las dianas de Fran Mérida y Javi Puado. El Mirandés ya es historia. El Tenerife aguarda. Esto no se para.

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Alineaciones
Espanyol
Diego López; Óscar Gil, Calero (Lluís López, 56'), Cabrera, Pedrosa; David López, Mérida (Lozano, 85'); Melendo (Darder, 70'), Puado (Carreras, 57'), Embarba (Vadillo, 70'); De Tomás.
Mirandés
Lizoain; Carlos Julio, Vivian (Berrocal, 81'), Trigueros, Genaro, Letic; Javi Muñoz (Caballero, 62'), Martínez; Jirka, Iván Martín (Djouahra, 73'), Moreno (Jackson, 74').

No existe cura mejor que el gol, y si éste llega en la primera aproximación al área, doble empujón anímico. La fórmula de Dani Pendín palió todos los males. La mano derecha de Vicente Moreno invierte muchas horas repasando a rivales y preparando las acciones de estrategia. Y su premio llegó en el 3'. Esperaba la retaguardia rojilla un centro en falta lateral diestra, pero Óscar Gil sorprendió. El lateral optó por pisar el balón, cederlo a Fran Mérida y éste, sin oposición, oteó el panorama, avanzó y armó un zurdazo imparable para Lizoain. El laboratorio funciona.

Emergió a partir de ese momento el Espanyol reconocible de esta temporada. Sólido y sacrificado en defensa, sin conceder espacios a un Mirandés frustrado, y dominador con el cuero en posesión. Embarba daba profundidad por los flancos, permutando constantemente el madrileño, aunque fueron Javi Puado y Pedrosa los que rondaron el segundo en una asociación por la izquierda. Desviada definición del lateral.

Escasa faena para Diego López, bien flanqueado por Calero y Cabrera. El tándem central crece con el paso de los partidos, tanto en cobertura, como sacando la pelota con criterio desde atrás.

Antes del receso llegaría la sentencia. Vivian arrolló a De Tomás, concediendo una falta en el alféizar del área. Embarba se relamía. El libre directo se estrelló contra la madera, pero Puado, burlando el fuera de juego, recogió el rechace y la acomodó en la red. Las dos caras de la fortuna en apenas unos segundos.

No inquietó el Mirandés, ni tan siquiera con el cronómetro apurándole. Sacó el oficio el cuadro blanquiazul, que incluso rondó el 3-0 en una doble acción de Carreras. Deliciosa asistencia en profundidad de RDT que el bisoño canterano desperdició. Habrá más.