El Espanyol despierta a tiempo y salva un punto en La Cerámica

Es Espanyol despierta en el 81 y consigue un empate ante el Villarreal

El Espanyol consigue un empate en Villarreal en el tramo final / LALIGA

C. F. Sainz

Punto que sabe a gloria para el Espanyol. Los pericos lograron empatar un encuentro que se les había puesto muy cuesta arriba después de que Cazorla anotara desde el punto de penalti el segundo para los castellonenses. Pero el equipo tiró de garra y, tras un arreón gracias a la entrada al descanso de un sublime Melendo, el equipo igualó el partido. Bonera, en propia puerta, y Rosales, con un golazo, mantienen la distancia de seis puntos entre Espanyol y Villarreal.

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LaLiga

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Alineaciones
Villarreal
Asenjo; Álvaro, Bonera, Miguelón (Mario Gaspar, 88'), Pedraza; Funes Mori, Cazorla, Iborra, Fornals (Samu, 83'); Gerard Moreno, Toko Ekambi (Bacca, 74').
Espanyol
Diego López; Rosales, David López, Mario Hermoso, Dídac Vilà (Wu Lei, 78'); Darder, Víctor Sánchez (Melendo, 46'), Granero; Sergio García (Ferreyra, 70'), Piatti, Borja Iglesias.

No bajo del autobús el Espanyol en el primer periodo. Los de Rubi no se presentaron en La Cerámica y el Villarreal, consciente de la trascendencia del partido, aprovechó la ausencia de su rival. A pesar de ello, a los de Calleja no les acababan de salir las cosas ante un cuadro perico bien replegado y que presionaba muy arriba.

Pero poco a poco comenzaron a llegar las ocasiones locales. Gerard Moreno mandó a las nubes un balón en el 12', aún con el duelo algo igualado, y Ekambi lo probó con un tímido tiro en el 26' que no encontró portería. Un minuto después, Pedraza tuvo la más clara con un disparo desde la izquierda del área que detuvo sin problemas Diego López.

El Villarreal estaba cada vez más cómodo ante un cuadro perico que ni tan siquiera pisaba el área de Asenjo. Los castellonenses iban a más y el Espanyol seguía desaparecido. Gerard Moreno volvió a intentarlo en el 35' con un disparo desde la frontal sin problemas para el arquero espanyolista y, dos minutos después, llegó el gol local.

Una falta lateral botrada desde la derecha por Santi Cazorla fue cabeceada desde dentro del área pequeña -mal Diego López, que tenía que haber salido- al larguero. El rechace cayó a los pies de Iborra, que casi sin querer mandaba el cuero al fondo de las mallas en lo que era su primer gol como jugador amarillo.

Con el tanto, los locales se fueron a por el segundo ante un Espanyol tocado. Gerard Moreno volvió a perdonar, en el minuto 43, a un equipo hundido que necesitaba cambiar muchas cosas al descanso.

MELENDO CAMBIA EL GUIÓN

La entrada del canterano dio un vuelco al encuentro. Los pericos empezaron a dominar el duelo y a acercarse a la meta defendida por Asenjo, aunque sin excesivo peligroBorja Iglesias, con un tiro desde la frontal que no encontró puerta por poco, y Dídac Vilà, con un remate que sacó sobre la misma línea de gol Iborra, tuvieron el empate.

Pero el Villarreal no estaba dispuesto a que le igualaran el duelo y despertó. Pedraza, en una jugada personal en la que no le entró ningún defensor, disparó al poste. Fue el preludio del gol.

En el 64', Ekambi regateó en el área a Mario Hermoso y el madrileño hizo penalti sobre el atacante rival. Una pena máxima que laznó Cazorla y no falló. El partido se le ponía muy cuesta arriba al Espanyol.

Metió Rubi más pólvora con Facundo Ferreyra, que realizaba su debut. Y el Espanyol se metió en el partido gracias a una jugada un tanto afortunada, ya que una falta desde la frontal que lanzó Granero no la logró atrapar Asenjo y el rechace trató de despejarlo Bonera, introduciendo el balón en el fondo de su portería.

Se vinieron arriba los blanquiazules con el gol y Rubi volvió a mover el banquillo, dando entrada a un Wu Lei que dejó buenas sensaciones. El hambre mostrada por el técnico perico tuvo premio, ya que Rosales marcó un golazo por segunda jornada consecutiva. Un balón en el área amarilla lo dejó atrás Melendo para que el venezolano, con la izquierda, liumpiara las telarañas de la portería de Asenjo.

El Espanyol logró un punto en un duelo que tenía perdido. Tras una mala primera mitad, el equipo tiró de casta y orgullo para puntuar. Y de un Melendo que cada vez que sale al verde marca diferencias.