Espanyol: el camino a la fase de grupos, marcado

Doce años fueron los que pasaron desde aquella final de Glasglow hasta volver a ver al Espanyol en una competición europea. El debut ante el Stjarnan no hizo más que ilusionar, y con gran razón, a los aficionados. El equipo de David Gallego logró mostrar ante los islandeses todo el fútbol que busca profesar, dejando la eliminatoria en 7-1 a favor de los catalanes y, lo que es aún mejor, con un fútbol ilusionante. 

Porque, tras doce años en el ostracismo europeo, Cornellà no quiere que le arrebaten el sueño tan fácilmente. El objetivo prioritario es meterse en fase de grupos. Esta semana, ante el Lucerna, será la primera de las cuatro finales que tendrá el equipo blanquiazul para  el botín deseado. De poder resolver positivamente la eliminatoria a dos partidos, en el horizonte asoman el CSKA Sofía o el Zoryá Lugansk como último escollo de cara a los bombos de grupos.

En ambos casos, la ida se jugará en el RCDE Stadium y la vuelta en Bulgaría o Ucrania, de acuerdo al ganador de esa eliminatoria. Para aquel partido, marcado el 29 de agosto, el Espanyol ya estaría metido en LaLiga. El estreno en la competición doméstica será el 18 ante el Sevilla; luego, el 25, visitará al Alavés y en la tercera jornada será el Granada el que llegue a Barcelona. En medio de ese triángulo de jornadas la ilusión europea avivará su llama o se apagará para no aparecer más esta campaña.

hoja de ruta

El viaje a Suiza estipulado para el jueves debe valer como una nueva licencia para soñar, así como el encuentro de ida ante el Stjarnan que resolvieron como locales con un 4-0. Aquel día Borja Iglesias y el ‘Chucky’ Ferreyra se salieron con doblete cada uno y encarrilando la situación que una semana más tarde iban a finiquitar en Gardabaer. El plan, de momento, es el mismo para Gallego: el argentino y el exCelta son las referencias ofensivas, aún a la espera de la oferta que se apunte el Real Betis para robar al ‘Panda’. 

En la parroquia perica está claro el tema: la clasificación -o no- a la fase de grupos de la Europa League marcará la hoja de ruta que se tome con respecto al tema fichajes. Principalmente, la venta de Borja parece ineludible, y en caso de meterse a pelear por Europa se charlará acerca de contratar un reemplazo. Esos 28 millones de euros de la cláusula pondrán en la mesa el balance que Rufete y la directiva esperaban: habrá superávit con respecto a la compra-venta de jugadores.

Era la idea, desde un principio, aunque podría trastocarse con la obnubilante idea de disputar la liga continental. La inversión fuerte se ha hecho en el extremo izquierdo con la llegada de Matías ‘Monito’ Vargas. El resto, nombres como Bernardo, Andrés Prieto o Iturraspe, han llegado a sumar pero no eran prioridad. 

Esta misma semana, abaratando costos, Fernando Calero podría vestirse de blanquiazul. El central era deseado desde que se abrió el mercado, pero esperan que no sea la última incorporación: ello significará que la fase de grupos es una realidad por Cornellà.