Gerard Moreno no alcanza al Espanyol

Alba López

El Espanyol no pudo pasar del empate ante el Athletic y ve cortada su racha de dos victorias consecutivas. Los blanquiazules se encuentran ahora en tierra de nadie en la tabla: a cinco puntos de la Europa League y a ocho del descenso. Gerard Moreno adelantó a los de Quique Sánchez Flores en una acción de pillo, pero Williams niveló el marcador poco después con un soberbio testarazo que deja a los pericos alicaídos.

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LaLiga

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Alineaciones
Espanyol
Pau López; Javi López (Marc Navarro, 60'), Duarte, Hermoso, Aarón; Víctor Sánchez, Granero, Darder; Baptistao (Melendo, 86'), Jurado (Dídac, 50'); Gerard.
Athletic
Herrerín; Lekue, Núñez, Laporte, Saborit; Mikel Rico, Iturraspe; Williams, Raúl García (Beñat, 89'), Susaeta (Córdoba, 83'); Aduriz (Sabin Merino, 73').

Se desenvolvió bien el Espanyol en una primera parte de idas y venidas que benefició al estilo de jugo de los blanquiazules. Y eso, que el Athletic tampoco se encontró incómodo en esa tesitura. El paso de los minutos, sin embargo, fue diluyendo a los leones. 

De la mano de un estupendo Leo Baptistao el Espanyol comenzó a crecer en el partido. El futbolista brasileño entendió lo que necesitaba su equipo a la perfección y se puso a picar piedra entre líneas desde el pitido inicial. Su ardua tarea desembocó en dos ocasiones bastante claras que pudieron abrir la lata bilbaína. La primera, tras una bonita jugada de Darder por la izquierda, la abortó Herrerín en una gran intervención. La segunda, en una acción casi calcada, terminó con un robo de la defensa al jugador espanyolista, que esperaba con el gatillo preparado.

Gerard Moreno, como casi siempre el más listo de la clase, adelantaría al Espanyol minutos después. Mikel Rico se hizo un lío tratando de sacar el balón jugado desde atrás y el de Santa Perpètua de Mogoda aprovechó para robarle la cartera, recortar a su par, y colocar el balón lejos del alcance del meta del Athletic, que a contrapié, no pudo hacer nada para evitar que el cuero se alojara en el fondo de sus mallas.

El tanto aletargó a los leones, que durante unos minutos fueron un juguete roto en las manos del Espanyol, pero Duarte no acertó a ampliar la renta blanquiazul con todo a su favor tras un centro cerrado desde la esquina de Granero y en la jugada siguiente el Athletic devolvió las tablas al marcador con un cabezazo impecable de Williams desde dentro del área a servicio de Saborit desde la izquierda. El testarazo de la ‘Pantera’ fue de manual. 

Tras el paso por vestuario Quique movió sus fichas y retiró del campo a Jurado con la intención de reforzar la banda izquierda espanyolista en defensa. Aarón adelantó su posición y dejó a Dídac las labores puras de contención. La idea del técnico era cerrar todos los caminos a Williams, que desde ese lado empezaba a hacer daño a los blanquiazules.

La jugada pudo salirle de maravilla a Quique, ya que a renglón seguido Gerard rozó el 2-1 tras una prolongación de Duarte a una falta lateral botada por GraneroHerrerín, sin embargo, reaccionaba a tiempo para evitar que la sangre llegará al río rojiblanco. 

A partir de ahí las ocasiones se comenzaron a suceder en ambas áreas. Volvió a la carga Gerard con un disparo colocado que se perdió rozando la escuadro de Herrerín y respondió el Athletic con un chut envenenado de Raúl García que a punto estuvo de sorprender a Paul López con el bote. La réplica del Espanyol corrió a cargo de Leo Baptistao en una semichilena que de haber acabado en gol habría desatado la locura en las gradas del RCDE. Stadium. Por aquel entonces, el partido ya se había convertido en un correcalles. Incomprensiblemente, Ziganda retiraba del terreno de juego a Aduriz en ese momento para dar minutos a Sabin Merino

Tras la salida del ‘nueve’ rojiblanco el partido se endureció y en menos de diez minutos hasta cuatro jugadores, un espanyolista y tres leones, vieron tarjeta amarilla. Eso hizo que el duelo se encallara, hasta que Darder se llenó de balón en la última jugada del choque y mandó el balón a las nubes acabando con todas las esperanzas de victoria perica.