El Espanyol se aferra a la épica y a su pegada para creer en el milagro

Remontar un 0-3 en contra a todo un Atlético de Madrid en apenas quince minutos y quedarte con esa sensación de que, quizás apretando un poco más en los minutos finales, te hubieras acabado llevando la victoria.

Así está el Espanyol, en una situación tan límite que si en circunstancias normales hubiera celebrado el empate cosechado a la épica por todo lo alto, ahora lo ve como una pelota de partido más o menos salvada. Por todo lo alto, pero poco más. Porque en el RCDE Stadium es tiempo de todo menos de celebraciones.

Volvió el equipo a hacer aguas atrás, con una línea defensiva que jornada tras jornada deja a la luz todas sus costuras. No ayudó tampoco Pacheco, que pudo hacer algo más en los tres goles rojiblancos. Sin embargo, con los errores ya sabidos desde inicios de temporada, algo de luz se ve al final del túnel y aparecen, por fin, algunas certezas en este equipo.

Un equipo que cree en la salvación

La primera de ellas es, sin duda, que el conjunto de Luis García cree. Porque si los jugadores, con un 0-3, son capaces de empatar el partido es porque creen en lo que hacen. Y porque el técnico tiene más fe que nadie en la salvación y en el trabajo de los suyos.

Ante el Atlético, las sustituciones le cambiaron la cara al partido y acabaron firmando un resultado que, si bien les hace no depender de sí mismos para salvarse, sí puede ser un buen punto. Sobre todo si es de inflexión.

El Espanyol necesita ganar ahora los dos partidos que quedan y esperar a que Getafe o Cádiz pinchen. Si logra vencer en Mestalla y hacer lo propio ante el Almería en el RCDE Stadium, tan solo dependerían de que el Getafe no ganara en uno de los dos partidos o que el Cádiz perdiera en uno de los partidos que le restan. Dos opciones, por cierto, harto probables.

Fiables en ataque, terribles en defensa

Dentro de todo lo malo que ha deparado la jornada, lo cierto es que el Espanyol, más allá de saber que aún confía en salvarse, también ha vuelto a demostrar que arriba tiene calidad y contundencia de sobras para ganar partidos. Ante el Atlético fueron tres goles y un partido más donde se sigue viendo portería con facilidad. Solo en cuatro partidos se ha quedado el Espanyol sin marcar esta temporada en Liga, sinónimo de que en área rival el equipo sí hace daño.

De hecho, son 47 los goles hechos en 36 jornadas, registros que sólo superan equipos de la zona alta como Real Madrid (72), Barça y Atlético (66), Villarreal y Girona (56). También la Real Sociedad (48), que con apenas un tanto más ha conseguido rentabilizarlos hasta el punto de tener encarrilada su clasificación para la Champions.

Unos buenos datos que truncan completamente con lo que pasa en el área propia. El equipo ha recibido 64 goles -sólo le supera el Elche con 66- y apenas ha estado seis partidos sin encajar, unas cifras terribles que tienen como consecuencia inevitable la situación que vive ahora mismo el Espanyol.

De esta forma, si Luis García lograra tapar la hemorragia de goles recibidos, el conjunto blanquiazul tendría muchas opciones de salvar la categoría de forma 'in extremis'. Será con sufrimiento o no será.