El Espanyol se despista y se despeña al abismo de Segunda

Dos errores defensivos condenan al Espanyol ante la Real Sociedad

Lucas Cadete

El Espanyol mejoró, pero el Espanyol perdió. El descenso ya parece cuestión de días en la entidad blanquiazul, que en San Sebastián ofreció una mejor cara respecto al equipo de las últimas fechas, pero acabó pagando muy caros dos despistes en la zaga. El gol de David López en el arranque fue inútil y esos 24 puntos en la casilla de puntos indican que, salvo milagro de Lourdes elevado al cubo, este Espanyol se va a Segunda. Llega el tiempo de exigir responsabilidades.

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LaLiga Santander

2
1
Alineaciones
Real Sociedad
Moyá; Zaldua (Aritz, 81'), Llorente, Le Normand, Monreal; Januzaj (Odegaard, 45'), Zubeldia (Zubimendi, 46'), Merino, Oyarzábal; Portu, Willian José (Isak, 81').
Espanyol
Diego López; Víctor Gómez, Bernardo, Cabrera, Dídac Vilà; Embarba (Calleri, 82'), David López (Víctor Sánchez, 82'), Marc Roca, Melendo (Wu Lei, 60'); Nico Melamed (Darder, 46'), Raúl de Tomás (Campuzano, 90').

La última bala perica en pos de la utopía se presentaba en el Reale Arena con la gran novedad de Nico Melamed en el once inicial. Y lo hacía con susto, ya que apenas a los cinco minutos un majestuoso cabezazo de Willian José a centro de Monreal era el 1-0. Por fortuna el VAR estuvo atento, anulando la acción por fuera de juego del ariete local.

Y magnífica la respuesta del Espanyol. Primero percutía por la izquierda Dídac en una jugada que acababa en córner. Y en el servicio desde la esquina, tras un rechace inicial de la zaga, perfecto centro de Embarba para el testarazo inapelable de David López en el primer palo y en escorzo. Cero a uno, la esperanza vestía de verde.

Se veía valiente al Espanyol de Rufete. De perdidos al río, descaro en los jóvenes y mucha personalidad, mientras la Real seguía insistiendo en todos sus defectos desde el parón pandémico. Sin balón, mucha movilidad defensiva en los pericos, presionando y ahogando a un cuadro donostiarra bloqueado a la hora de buscar vías de acceso hacia Diego López.

En la estrategia y el balón parado llegó el peligro a favor de los de Imanol. Sobre la barrera de la media hora, Januzaj botaba desde la esquina y el balón peinado por Llorente en el primer palo se iba al travesaño. Los hados del balompié le hicieron un guiño al Espanyol esta vez. Y ya tocaba.

Mejoró la escuadra 'txuri-urdiñ' en el cuarto de hora final del primer acto, percutiendo siempre por la derecha del ataque. Dídac sufrió ante las acometidas de Zaldua Januzaj, hasta que el belga se tuvo que retirar lesionado justo antes del descanso. Un par de sustos locales, pero seguridad en la zaga espanyolista -otro factor que en esta Liga no se ha escrito muy a menudo- y cero a uno en el intermedio.

Salía con ganas la Real tras el asueto, con Zubimendi Darder como novedades en los dos equipos. Pero la defensa espanyolista seguía muy firme por arriba, buscando salidas veloces a la contra.

Pero un despiste puntual en Primera se paga muy caro. Balón en profundidad de los locales, Oyarzabal le gana la espalda a Víctor Gómez y su centro raso que lo emboca Willian José en el segundo palo. Tablas y rabia en los gestos de los jugadores del Espanyol. Tocaba volver a remar contra todas las corrientes.

Pero el Espanyol reaccionó con coraje y valentía. A la hora de juego, y nada más irrumpir Wu Lei en el césped, contra que culminaba RDT con un zapatazo lejano y cruzado, apuros para Moyá. Y es que el empate no le valía a ninguno, y tanto Real como Espanyol jugaban con claro talante ofensivo y dinámico en sus posesiones.

Pero no había mucho peligro en las áreas, hasta que al paso por la media hora Willian José se convertía en el mejor defensa espanyolista cuando un trallazo de Zaldua con aroma de gol tropezó en las piernas del ariete, tras un nuevo -y casi fatal- despiste de la zaga.

Con el paso de los minutos se echaba trás el Espanyol y apretaba la Real. Percutía Monreal por la izquierda llegando hasta el área chica, salvando Diego López en su salida. Rufete metía a Víctor Sánchez y Calleri, oxígeno en la medular y arriba, pero nuevo susto en un remate tímido del recién entrado Isak.

Pero treinta segundos después, al paso por el 84, centro al área visitante, toca con el pecho Oyarzabal, la defensa perica vuelve a hacer aguas y Alexander Isak machaca a la media vuelta. Otro despiste, otro gol recibido. Derrota. Derrota, en todos los sentidos.

Y es que en los minutos que restaban el equipo lo intentó todo, pero con una falta de recursos alarmante que señala, indefectiblemente, el camino de Segunda. No hay manera.