Sólo ha perdido siete partidos en los 27 que lleva

Efecto Pochettino

Llegó hace diez meses, salvó a un equipo roto y esta campaña ha consolidado al Espanyol en la zona media-alta.

Germán Bona

Diez meses después de su llegada al banquillo del Espanyol, Mauricio Pochettino firma unos números que cualquier entrenador desearía. En este espacio de tiempo, el hispano-argentino ha cambiado muchas cosas, pero sobre todo ha conseguido legitimar su labor a base de buenos resultados. Grandes números que permitieron reflotar a un equipo hundido y mantenerlo en Primera División y que ahora ha mantenido en esta nueva temporada, situando al equipo en la zona media-alta de la clasificación y con el objetivo europeo a la vista.

Pochettino debutó en la Liga un 25 de enero del 2009 en Valladolid -el rival que visitará domingo Cornellà-, justo en el primer encuentro de la segunda vuelta. Desde ese día y hasta hoy, el técnico ha dirigido 27 partidos de Liga con el Espanyol -19 de la anterior campaña y ocho de ésta- con un balance tremendamente positivo: 12 victorias, ocho empates y siete derrotas, es decir, ha sumado 44 puntos de 71 posibles, prácticamente un 62% de los puntos en juego.

Los inicios de Pochettino no fueron nada fáciles. Comenzó con tres empates consecutivos y una derrota en Montjuïc frente al Sevilla. En su quinto partido, llegó la victoria en el Camp Nou, celebrada por todos los seguidores del Espanyol por la trascendencia de ganar en el feudo del máximo rival y porque parecía que iba a ser el inicio de una racha. Pero no fue así, tres derrotas y un empate volvieron a dejar al equipo colista y muy tocado.

La derrota en Pamplona marcó un punto de inflexión. Tras ese encuentro, había parón liguero, Pochettino se llevó a sus jugadores a un stage en Navata e inició una transformación que todavía hoy se antoja como milagrosa. Con unos números espectaculares: seis partidos consecutivos sin perder -cinco victorias y un empate- para salir de los puestos de descenso. Salvarse parecía imposible, pero hacerlo antes de la última jornada y que el equipo acabara en mitad de la tabla la Liga fue el no va más.

Esta campaña, Pochettino y su inseparable 'mano derecha', Feliciano di Blasi, pudieron preparar una plantilla a su gusto y coger el equipo desde el inicio, algo muy importante para un entrenador. Pero la tragedia del fallecimiento de Jarque -al que el técnico había nombrado primer capitán- marcó, no podía ser de otra forma, el inicio de temporada. Dos derrotas seguidas hacían presagiar que la cuesta sería muy dura, pero Pochettino ha sabido dotar a su plantilla de un espíritu de superación encomiable y con la ayuda de una afición siempre en sintonía con el equipo, se ha conseguido remontar el vuelo con una racha de seis partidos sin perder que iguala a la conseguida la pasada campaña, por lo que una victoria el domingo ante el Valladolid certificaría un inicio de Liga que invita a ser muy optimista.

Y es que en caso de derrotar a los pucelanos, el Espanyol sumaría ya 15 puntos, los mismos que se obtuvieron en toda la primera vuelta de la pasada campaña. La situación ha dado un giro espectacular en unos meses. Nada se ha conseguido, pero...