Debacle inexplicable del Espanyol

Xavi Canals

Pocas veces un empate es tan doloroso. El Espanyol hizo méritos para romper su maleficio como visitante con una victoria clara y convincente y acabó salvando un punto gracias al larguero y a Pau López, que le detuvo un penalti a Jonathan Viera con el tiempo ya cumplido.

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Liga Santander

2
2
Alineaciones
UD Las Palmas
Lizoain, Míchel Macedo, Lemos, Bigas, Dani Castellano, Tana (Ousama, 69'), Vicente Gómez (Hernán Toledo, 80'), Javi Castellano, Rémy, Jonathan Viera y Calleri
Espanyol
Pau López, Víctor Sánchez, Óscar Duarte, Mario Hermoso, Aarón, Sergi Darder, David López, Granero (Jurado, 78'), Gerard Moreno, Leo Baptistao (Piatti, 62') y Sergio García (Marc Roca, 70')

Lo que tenía que ser el inicio de la reacción se convirtió en una pesadilla de la que no va a ser fácil salir. Quique Sánchez revolucionó su once titular con la entrada de Óscar Duarte, Granero y Sergio García en lugar de Javi Fuego, Piatti y Jurado. Además, adelantó la posición de David López al eje de la medular y cambió el dibujo a un 4-3-3 con Gerard Moreno y Sergio García haciendo diabluras a la espalda de Leo Baptistao.

La puesta en escena blanquiazul fue sensacional y se tradujo en gol a la primera oportunidad. Víctor Sánchez lanzó el balón a la espalda de la defensa local, para la carrera de Leo Baptistao, que regaló el gol a Gerard Moreno.

Al borde del descanso, Sergio García apareció para dar una lección de técnica. El de Bon Pastor pinchó un balón colgado al área, sentó a Dani Castellano y encontró en el segundo palo totalmente solo a Gerard Moreno. Todo ello a una velocidad endiablada y una clase desbordante.

Pudo sentenciar el partido Leo Baptistao en los primeros compases de la segunda parte, pero llegó asfixiado al área tras su enésima carrera al espacio. Quique intentó dar aire a su equipo relevando a Sergio García y Leo Baptistao, dos futbolistas recién salidos de lesiones, pero el cambio de dibujo devolvió antiguos pecados.

A ello se unió la entrada en las filas locales de Hernán Toledo, que hizo un roto por banda izquierda. Las hostilidades se rompieron con un gol anulado a Calleri por fuera de juego. Un aviso del suplicio que le quedaba por sufrir al Espanyol.

A diez minutos para la conclusión, Remy fusiló una internada de Hernán Toledo. Y ocho después, aparecía Calleri para devolver la igualdad en el marcador con un cabezazo implacable a centro de Míchel Macedo.

El Espanyol lanzó dos golpes ganadores con un gol anulado a Piatti por fuera de juego y una volea de Gerard Moreno que rozó la meta de Lizoain, pero estaba groggy y estuvo muy cerca de la debacle.

Lo impidió en el 90 el larguero, repeliendo un cabezazo forzado de Rémy. Y Pau, de nuevo salvador, deteniendo a Jonathan Viera un innecesario penalti cometido por Jurado en la última acción del partido.

El equipo de Quique Sánchez salió del Gran Canaria muy tocado, cuando merecía volver a Barcelona reforzado. El mal sabor de boca que dejó el partido no debe esconder al enorme mejora que ofreció el juego del equipo durante más de una hora.