Cuentas pendientes en Cornellà

David López y Stuani encarnan la enemistad Espanyol-Girona

David López y Stuani encarnan la enemistad Espanyol-Girona / SPORT

Jonathan Moreno

Convergen en Segunda las trayectorias de Espanyol y Girona. Dos enemigos con rencillas, con cuentas pendientes, que se la tienen guardada el uno al otro. Una rivalidad reciente, con escaso bagaje, apenas cuatro enfrentamientos ligueros, que no ligeros. Partidos con previas calientes, chispas sobre el césped y declaraciones punzantes en el tercer tiempo. Un derbi en el sentido más puro de la palabra. 

Antes y después

Hasta 2017 las relaciones entre ambas entidades habían sido más que cordiales. Todo empezó a torcerse en la primera visita del Girona al RCDE Stadium. Quique Sánchez Flores, entonces entrenador blanquiazul, lanzó una arenga pública a sus futbolistas y exigió que reclamaran en el campo su histórico puesto en el fútbol catalán y español. El resultado no pudo ser más decepcionante y se tornó como un bumerán contra el técnico madrileño, que acabó escuchando cómo la afición pedía su marcha. Aunque, sin duda, el gran protagonista de aquel 0-1 fue, al margen de Timor y su gol, Cristhian Stuani. El uruguayo regresaba para medirse a sus excompañeros y acabó fracturando el tabique nasal de David López, lesión que obligó al de Sant Cugat a lucir máscara protectora durante varias jornadas. 

El rifirrafe entre ambos fue en aumento. En el partido de la segunda vuelta en Montilivi se las tuvieron tiesas central y delantero. Escenas de marrullería en el césped y cánticos de “¡A Segunda!” desde la grada, combinación perfecta para que los entrenados por David Gallego doblegaran al nuevo archienemigo con un doblete de Gerard Moreno.

La crispación no menguó con el nuevo curso. En noviembre de 2018 el Girona aparecía de nuevo en Cornellà y lograba llevarse los tres puntos con un doblete de Stuani y un gol postrero de Doumbia que aniquilaba cualquier conato de reacción tras el 1-2 de Borja Iglesias. Stuani y David López volvieron a calentarse de lo lindo y el catalán, esta vez, dijo basta. “ Le he perdido todo el respeto y admiración que le tenía. Me ha agredido. Ha sido una jugada indecente, peligrosa y temeraria. Lo ha hecho a propósito”, soltó el catalán tras una nueva ‘caricia’ del charrúa. 

Los pericos se cobraron venganza meses después, ganando 1-2 a orillas del Onyar y privando a los rojiblancos de pelear por los puestos de Europa League. Una miniserie de cuatro episodios con mucha tensión y que nos regala un nuevo capítulo en la categoría de plata.