"Calzón no es racista"

Bikey juega ahora en la India

Bikey juega ahora en la India / Twitter

"José María Calzón no es racista". La rotunda afirmación es de Stephane Bikey (Douala, Camerún, 1985) que conoce y ha tratado al delegado del Espanyol desde finales del 2001 cuando se incorporó a los equipos inferiores del club blanquiazul. Bikey, que llegó deportivamente avalado por Tommy N'Kono y Josep Manel Casanova, ha sido, y es, un trotamundo del fútbol. No llegó a ser una estrella mundial, por eso su opinión tiene quizá mucho más valor en estos momentos para hablar del incidente de Montilivi.

"¿Cómo está José?", pregunta. "Me enteré por Marina (una catalana que conoció en sus primeros meses en Barcelona y con la que ha formado una estupenda familia) que me mandó una captura de las noticias que salían del tema", explica con voz calmada. Bikey está, como quien dice, recién aterrizado de la India donde juega sus últimos años de profesional. "Estoy de vacaciones y José no me ha contestado a las llamadas ni a los mensajes... Tiene que estar pasándolo muy mal", añade.

"La relación que tengo con él es de agradecimiento. Es un tipo genial. Una persona auténtica, dispuesto a ayudarte seas africano, afroafricano, asiático, europeo...", suelta antes de que le puedas preguntar cualquier cosa. "Cuando recibí la captura que me mandó Marina, ella sabe perfectamente el cariño que le tengo a Calzón y lo mucho que le debo, pensé que no podía ser... Me cuesta creerlo. Ha tenido que ser un calentón, un enfado puntual. Algo tuvo que pasar para que reaccionase así, sí de verdad pasó", sentencia.

"Sería un desagraciado como persona si dijerá algo malo de él. Me ayudó mucho y no solo en cuestiones de fútbol. Llegué muy joven a Barcelona y acabó convirtiéndose en un padre para mí. No, dilo muy claro: Calzón no es racista", dice subiendo por primera vez el tono de voz.

Bikey ha sido un auténtico trotamundos en el fútbol. Internacional con Camerún estuvo en el Espanyol y en el Sabadell, en Grecia, en Rusia, en Inglaterra y ahora a sus 34 años juega en la India. "Nunca en el fútbol he encontrado una persona como él. Cuando venía de vacaciones a Barcelona y estando en casa le llamaba para saludarlo y me hacía ir al club para verle. En su despacho, él haciendo sus cosas, hablábamos mucho", recuerda. "No sé como estará, no me responde a las llamadas y siento mucho todo lo que estará pasando. No lo merece. Creo que no debemos matarlo por un error, si lo ha cometido", reconoce. "Creo que es el mejor delegado del fútbol español o, como mínimo, el más querido por los futbolistas, especialmente los que no son los más importantes; nunca ha diferenciado por cuestión de raza o de religión. Quiero verlo para, cuando crea que es el momento oportuno, hablar del tema. Tuvo que pasar algo que se me escapa, algo muy gordo para empujarle... estaría hasta los mismísimos", añade. Y sentencia como despedida: "No es culpable", palabra del camerunés Bikey.