Butarque, nuevo clavo en el camino

Un clavo saca otro clavo, y el calendario ha diseminado decenas de tachuelas en el camino a Primera. El regreso a la élite será un ‘tour de force’, un entreno constante de resistencia física y psicológica. Un colchón lleno de afiladas puntas en el que el Espanyol deberá aprender a sentirse cómodo. Para ascender habrá que dominar el milenario arte del faquir. 

Fuenlabrada y Girona han pinchado el globo de la ilusión blanquiazul. El primer gran sopapo del curso, por lo inesperado y por las sensaciones transmitidas. El equipo alcanzó la cumbre en La Rosaleda, bordando el juego colectivo y contundente en las áreas. Desde entonces parece haber caído en la autocomplacencia. Se padeció más de lo previsto ante el Lugo y en el Fernando Torres se jugó con fuego. Hasta que el Girona incendió el RCDE Stadium en la noche del viernes. 

Los blanquiazules explotaron la conexión mágica Embarba-De Tomás, pero adolecieron del espíritu caníbal tan necesario para sobrevivir en la categoría de plata. Dos oportunidades de Javi Puado y otra más de RDT tras el 1-0.

Algo más

Está claro que Vicente Moreno tiene que buscar soluciones de cara a la visita del jueves (19.00 horas) al estadio de Butarque. De Tomás reclamó sobre el mismo césped mayor ambición para finiquitar los partidos y no dar alas al rival. Esa debe de ser la senda. Lo dicho, esto no se para y, afortunadamente, la ocasión para redimirse está a la vuelta de la esquina. Delante tendrán a un Leganés que, pese a descender de la mano la temporada pasada, peleó hasta la última jornada por la permanencia. Las dos primeras visitas a la Comunidad de Madrid no han sido provechosas. No se puede volver a fracasar en la tercera.