Anduva, estadio de triste recuerdo para el Espanyol

Nueve años han transcurrido desde aquella gélida noche de enero del 2012, la primera y única visita del Espanyol a Anduva, templo del Mirandés. Fue en la vuelta de unos cuartos de final de Copa del Rey de infausto recuerdo para la hinchada blanquiazul. Carlos Pouso y sus ‘jabatos’, por entonces en Segunda B, sometieron a todo un Primera dirigido por Mauricio Pochettino en una eliminatoria épica y que todavía eriza la piel en la ribera del Ebro. 

Mucho ha llovido desde entonces. Ningún agorero preveía una pandemia global como la que nos ha tocado sufrir. Las necesidades del Espanyol, sin embargo, son iguales o mayores a las de principio de la década pasada. En juego está el ascenso a Primera y el equipo no puede permitirse ceder más puntos. Desde que arrancó el 2021, los catalanes han sumado nueve unidades de 24 posibles. Quince se han esfumado por el camino y también las posiciones de ascenso directo, ahora en manos de Mallorca y Almería. La visita del próximo sábado a Anduva, por este motivo, se antoja vital para recuperar la confianza y acallar los rumores en torno a la figura de Vicente Moreno, muy criticado por ciertos sectores de la afición por su talante de juego conservador.

Retoques en el once

Delante no tendrán los blanquiazules a aquella generación que dejó huella en Miranda, dirigida por el temperamental Carlos Pouso y capitaneada por el delicioso talento de Pablo Infante. Aunque sí un cuadro rojillo que se encuentra a tiro de piedra de las posiciones de promoción de ascenso, el principal objetivo de la temporada. Andoni Iraola sentó las base de un proyecto que ahora dirige José Alberto López y que dispone de tres ‘ex’, dos futbolistas a préstamo como Moha y Víctor Gómez, y un Álex López que hasta hace muy poco aún entrenaba en la Dani Jarque. 

Vicente Moreno recupera a Pedrosa tras cumplir sanción, quien regresará al once por Dídac Vilà, único superviviente en la plantilla de la eliminatoria copera de 2012. El técnico cruza los dedos para que Óscar Gil se encuentre mejor de sus molestias y Raúl de Tomás gane seguridad en su rodilla. El equipo necesita sus goles y su espíritu competitivo.