Análisis: La metamorfosis del Espanyol

Apuntan los que han seguido, con más o menos interés, la trayectoria de Rubi como entrenador que el técnico catalán se mantiene fiel a su original apuesta de dar protagonismo al balón, pero la evolución le ha llevado a potenciar los mecanismos defensivos para que sus equipos no sean tan vulnerables. Y el resultado de esa metamorfosis es el actual Espanyol.

Un equipo que ha dado un giro radical en solo unos meses, que disfruta en el terreno de juego pero que defiende como jabatos; convirtiendo el pesimismo que se había adueñado de la afición en ilusión por hacer algo sonado en la temporada. Ocupa la quinta plaza de la clasificación, un logro impensable no hace tanto tiempo.

tiquitaca y equilibrio

El actual Espanyol es un equipo que se siente cómodo con el balón. El cuero es el protagonista principal de la fiesta. El cambio de estilo es, sin duda, la novedad más destacada con relación a la anterior etapa del equipo, pero sin perder las fortaleza defensiva que los pericos han mostrado habitualmente. Este Espanyol apuesta por el tiquitaca, pero con tanto equilibrio en sus líneas que le hace destacar en las estadísticas defensivas (tercer mejor equipo) y con pegada en ataque (séptimo mejor). Y, además, no hace ascos a jugar al contragolpe si las circunstancias del partido lo ofrece.

intratable en Cornellà/El Prat

La fortaleza del Espanyol se ha construido en el estadio. Cornellà/El Prat se ha convertido en un fortín donde no se ha escapado ni un punto, siendo el único equipo de Primera División que cuenta sus encuentros como local con victorias. No han pasado aún los dos grandes, pero si han visitado el feudo perico dos equipos europeos como el Valencia y el Villarreal, que, curiosamente, se llevaron el mayor castigo. La contundencia de los pupilos de Rubi en el estadio le han aupado a la quinta plaza de la clasificación. Esa es la vía para recuperar el apoyo social de la gente que echaron la pasada campaña, tanto por lo poco que ofrecía el equipo por la errónea decisión de aumentar los precios de los abonos.

solo falta la victoria como visitante

El único lunar es la ausencia de un triunfo en campo contrario, aunque tampoco es un dato especialmente alarmante. Dos derrotas y dos empates es el bagaje hasta el momento. Repasemos las derrotas: en el Bernabéu, donde los espanyolistas acabaron encerrando al Real Madrid; y en Mendizorroza, que resultó una derrota de VAR. Es verdad que se han podido arrancar más puntos, pero el dato, repetimos, tampoco es terriblemente negativo. La actitud que muestra el equipo le hará, más pronto que tarde, celebrar la victoria.

el gol se reparte

Más mérito tiene si, encima, vemos que la plantilla es la misma de la pasada temporada. Perdón, se ha debilitado. Especialmente en ataque por la ausencia de Gerard Moreno (casi anotó la mitad de los goles). La falta de un goleador nato, a la espera de que Borja Iglesias encuentre la efectividad, lo ha solventado Rubi repartiendo los goles. Ocho jugadores se reparten los once tantos que, hasta el momento, ha conseguido el Espanyol. El delantero gallego, Mario Hermoso y Granero han logrado dos; Darder, Baptistao, Piatti, Hernán Pérez y Sergio García, uno. El gol está muy repartido y eso, sin duda, es sumamente positivo, además de que confirma que el bloque tiene varios mecanismos para encontrar el camino del gol.

fortaleza defensiva

Rubi tiene un equipo tipo muy perfilado. Ha recuperado, además, a jugadores para la causa. Roca, Darder, Hermoso, Granero..., pero ha reforzado el papel de ‘pesos pesados’ como Diego López, David López, Sergio García... Y gente que tenía un pie fuera, ahora tienen sus momentos y los están aprovechando (Hernán Pérez, Piatti).

Pero por encima de todo, destaca la fortaleza defensiva. Juega bien a fútbol y defiende como los ángeles. Es el tercer mejor equipo del campeonato. Bestial.