El análisis del descenso del Espanyol

El Espanyol vivió su segundo descenso de la era Chen, un hecho que puede conllevar a una crisis sin precedentes en el histórico club blanquiazul

La caótica gestión deportiva de los últimos años ha condenado a un equipo obligado ahora a subir en un año

Valencia - Espanyol | Los jugadores pericos, desolados tras consumarse el descenso

Los jugadores pericos, desolados tras consumarse el descenso en Mestalla con el gol de Samu Lino en el 90' / LALIGA

L. Miguelsanz

L. Miguelsanz

El Espanyol no ha llegado con vida a la última jornada y, tras empatar ante el Valencia en Mestalla, ya es equipo de Segunda División. Un precipicio que se ha ido cocinando a fuego lento, tras una temporada repleta de altibajos y con un cambio de entrenador incluido. No ha sido suficiente. Ponemos la lupa en las causas de este descenso que podría conllevar una crisis sin precedentes. ¿Qué ha sucedido?

Una presidencia a distancia

El empresario chino, Chen Yansheng, compró el Espanyol en enero del 2016 para intentar reflotar económicamente una entidad que estaba al borde de la quiebra. Llegó con una declaración de intenciones sumamente optimista hablando de Europa pero su control a distancia de la entidad ha acabado por hundir al club. Chen ha ido dando volantazos en su estrategia para asumir finalmente la dirección total del Espanyol a miles de distancia de Barcelona.

El empresario chino ha ido perdiendo confianza en ejecutivos impidiendo un desarrollo a largo plazo que se ha visto muy afectado por la imposibilidad de seguir aportando capital desde su país. Es cierto que ha saneado la entidad, pero nunca ha entendido la idiosincrasia del club y ha fracasado estrepitosamente en todas sus estrategias deportivas.

Chen Yansheng, presidente del Espanyol

Chen Yansheng, presidente del Espanyol / EFE / Quique García

El Espanyol es un club casi sin deuda, pero hundido y con la sensación de que su propietario desea salir lo antes posible. A pesar de que lo ha desmentido infinidad de veces, la realidad es que el Espanyol está en venta desde hace ya muchos meses -existe un dossier con cifras exactas que se entrega a los interesados- sin encontrar el inversor idóneo que le permita recuperar el dinero que ha metido. El Espanyol es hoy por hoy un club sin presidente -o con un presidente que solo viene dos veces al año-.

Una gestión errática

Chen decidió asumir todo el poder en la gestión el pasado verano con la salida del anterior consejero delegado, José María Durán, y la irrupción de una nueva dirección deportiva. El propietario colocó a gente de su máxima confianza en los puestos clave del club y la realidad es que el Espanyol ha pasado a ser un club irrelevante.

Socialmente hay mucha desafección por los continuos desastres deportivos, no existe ningún portavoz fiable que defienda al Espanyol y la única imagen de la entidad acostumbra a ser la del entrenador. El Espanyol ha perdido toda su influencia en las instituciones catalanas y las del mundo del fútbol.

Es un club muerto a nivel institucional con un daño reputacional que costará en levantar. Solo la gestión económica se salva de un Espanyol que se desangra socialmente y que vive en crisis deportiva permanente. Aquí es muy probable que Chen no mueva ficha y haga cambios ya que lo único que parece interesarle es que los números cuadren. Un desastre

Valencia - Espanyol | Los jugadores pericos, desolados tras consumarse el descenso

Los jugadores pericos, desolados tras consumarse el descenso en Mestalla con el gol de Samu Lino en el 90' / LALIGA

Una dirección deportiva infame

El Espanyol ha ido de mal en peor deportivamente con Chen en la presidencia. Desde Óscar Perarnau, pasando por Rufete hasta llegar a Domingo Catoira, las direcciones deportivas han sido tóxicas y han impedido el crecimiento del equipo a pesar del mucho dinero invertido. Mención especial para Catoira, que comenzó a diseñar el descenso en el mercado de verano.

Su gestión con los porteros, decidiendo no renovar a Diego López para traer a dos parches que costaron infinidad de puntos, la depreciación de un activo valiosísimo con Raúl de Tomás vendido tras el cierre de mercado por una cifra irrisoria y la práctica totalidad de los pésimos fichajes de verano, fueron dos hitos que marcaron toda la temporada.

Catoira tuvo la oportunidad de enmendar su trabajo en enero y trajo a tres futbolistas que nunca habían jugado en Primera División en España (Gragera, César Montes y Pierre Gabriel) y a dos futbolistas que llevaban más de seis meses sin jugar (Denis Suárez y Pacheco). Y todo ello convirtiendo al Espanyol en el equipo que más invirtió en el mercado de enero. Un auténtico artista.

Cuentan que Catoria va deambulando por la ciudad deportiva del club lamentándose de lo mal que lo ha hecho y de que, quizás nunca más, vuelva a tener la oportunidad de ser director deportivo en el futuro.

Es evidente que solo en un club desorganizado como el Espanyol lo ha podido ser. Mención a parte, la destrucción realizada en el fútbol base, un pilar básico para el futuro del club y que vive las horas más bajas de su historia. El desastre que han provocado los gestores deportivos tardará años en resarcirse.

Un cambio de entrenador (casi) sin efecto

El Espanyol lo fio todo a Diego Martínez como gran estrella de su nuevo proyecto deportivo. En un club en el que se toman demasiadas decisiones populistas, se decidió prescindir de Vicente Moreno para firmar al que parecía ser uno de los técnicos de moda del fútbol español.

Apuntaba a apuesta ganadora, pero es evidente que a Diego Martínez le engañaron con el plan de fichajes y él tampoco tuvo mano para dirigir a un equipo falto de calidad y sin argumentos futbolísticos más allá de los goleadores Braithwaite y Joselu y del talento de Darder.

Luis García, dando instrucciones durante el partido

Luis García, dando instrucciones durante el partido / Agencias

El Espanyol le relevó demasiado tarde, pero su sucesor, Luis García, a pesar de la ilusión generada por ser un exfutbolista venerado tampoco surtió efecto. Luis ha priorizado su idea de fútbol antes que las necesidades del equipo y ha tirado demasiados partidos. De hecho, sus números son para ponerse a temblar.

Tal vez si hubiese rascado algún empate más, el equipo hubiese tenido opciones pero sus ganas acabaron hundiendo al Espanyol. Con que nadie manda en la dirección deportiva es muy probable que continúe para iniciar el reto del ascenso a Primera, una apuesta arriesgada que no garantiza nada.

Una plantilla sin defensa

Que un equipo baje a Segunda con dos de los mejores goleadores de la categoría es una auténtica anomalía. Pues eso es lo que ha hecho el Espanyol. El equipo ha bajado por la cantidad de fallos individuales defensivos que le han llevado a ser uno de los conjuntos más goleados de Primera.

Un auténtico desastre que ha venido acompañado por errores groseros en la portería. La primera vuelta de los blanquiazules estuvo marcada por la inseguridad bajo palos, algo que fue influenciando a una defensa que ha hecho aguas, sobre todo, por la posición de lateral diestro. Y ojo porque este equipo tiene muchísima menos calidad que el que bajó la última vez y si no se afronta una auténtica revolución, el Espanyol lo va a pasar muy mal para volver a lo más alto.

El futuro: Muy negro

El Espanyol ya va tarde en la toma de decisiones y eso va a influir en la construcción del nuevo proyecto. Es inviable diseñar algo con la actual dirección deportiva y parece que no habrá cambios hasta que el propietario, Chen Yansheng, se decida a venir a Barcelona.

Es muy probable que, esta vez, el club necesite vender a sus grandes estrellas para poder subsistir y todo indica a que Joselu y Braithwaite saldrán en verano. Más dudas sobre Darder, quien se ha erigido en el capitán de este equipo. El club blanquiazul tendrá ayuda por descenso, pero mucho menor que el de hace pocas temporadas, por lo que ya no tendrá tanto potencial para marcar diferencias.

Y, sobre todo, existe la sensación de que con la actual propiedad y ejecutivos el club va camino de la autodestrucción. Parece que un buen grupo de prohombres espanyolistas va a dar un paso en los próximos días para ayudar a la entidad. Personas importantes que no van a dejar que el club se hunda y con la clara intención de poder tomar las riendas ejecutivas para subir al Espanyol y realizar una transición a una futura y absolutamente necesaria venta. Eso o la ruina.