Joana Barbany: "Es un desprecio que haya tan pocas mujeres en las otras candidaturas"

La directora general de Societat Digital de la Generalitat de Catalunya es una de las cinco mujeres que integran la candidatura de Víctor Font, además de Maria Teresa Andreu, Annamari Basora, Carolina Fabregat y María José Balañá.

Si Víctor Font gana las elecciones, ¿cuál será su papel dentro de la junta directiva?

Yo tengo un doble papel: como mujer que soy, igual que otras cuatro que integran la junta, daremos nuestro punto de vista en la toma de decisiones. A nivel más profesional, vengo del sector de la innovación y tecnología y trataré de aplicar mis conocimientos en este ámbito, como puede ser el análisis de datos de los socios para ofrecerles contenidos a su medida.

¿Qué necesita el Barça para mejorar en el ámbito digital?

Queremos hacer del nuevo Camp Nou un ‘smart stadium’. Por ejemplo, aplicar una criptomoneda, que se podría llamar ‘Barça coin’ para adquirir productos en el estadio, como podrían ser los frankfurts. En temas de 5G queremos probar soluciones tecnológicas para realizar una lectura real del rendimiento de los jugadores. El Barça es un club deportivo, pero tiene mucha capacidad para ser referente en el ámbito de la innovación y tecnología.

¿Cómo de importante y necesaria es la presencia de mujeres en cargos de toma de decisiones?

Tenemos que dar ejemplo, la mujer existe en la sociedad. En el sector deportivo, sobre todo en el fútbol, hay menos. Necesitamos que haya más, pero sin forzar, para que la visión femenina esté presente. Queremos reforzar el papel de la mujer a nivel institucional, a nivel social y a nivel deportivo.

¿Qué opina sobre que Joan Laporta sólo tenga una mujer en su candidatura y Toni Freixa dos?

Me sorprende que no tengan en cuenta. Las dos candidaturas ha disminuido el número de mujeres respecto a la anterior junta directiva y debería ser totalmente al revés, ascendente. Es un desprecio que haya tan pocas mujeres. A mismo nivel de talento, se tiene que apostar por las mujeres para que los puestos de toma de decisiones sean más representativos. Seguro que encuentran mujeres preparadas y con ganas.

¿Cree que le puede jugar en contra a los otros dos candidatos?

El socio y la socia decidirán. Como más diversas sean las instituciones, mejor. La visión femenina sumará, igual que lo hace la masculina. Es necesario que haya diversidad entre hombres y mujeres suma y construye.

Entre un 25% y un 30% de las socias del Barça son mujeres, ¿tienen ese nicho bien atado?

Queda mucho trabajo por hacer. No sabemos cuántas socias votarán. Nos falta un poco de vinculación con el club, las socias somos poco activas. El fútbol es muy masculino y nos cuesta dar el paso. Creo que nuestro proyecto es muy interesante para las mujeres, porque verán que también cuentan y se ven representadas.

¿Qué le diría a aquellos que opinan que las mujeres en una junta directiva de un equipo de fútbol están para cumplir una cuota?

Que vengan y nos escuchen, no por ser mujeres no tenemos talento. No es cuestión de género, si no de formación y capacidades de cada uno. Es cierto que a menudo tenemos que demostrar más. Nuestro currículum es público y las cinco consejeras que formamos parte del proyecto tenemos una experiencia sobrada.

¿Cree que en las próximas elecciones habrá una candidata a la presidencia?

En los próximos no lo sé, pero espero que a corto plazo creo que sí y, a largo, seguro. Otra cosa será que ganemos. Antes tampoco se presentaban mujeres a la presidencia de la Generalitat de Catalunya y el domingo pasado, prácticamente, la mitad de las cabeza de lista eran mujeres.

¿En qué momento se implementarán las secciones femeninas?

Durante los primeros meses que lleguemos a la presidencia, las pondremos en marcha. Las secciones femeninas son prioritarias en nuestra candidatura. Su implementación será progresiva, no podemos tener diez equipos nuevos en el primer año. Empezaremos por el baloncesto, seguiremos por el balonmano y, así, hasta las no profesionales.

¿Son viables económicamente?

A principio de mandato no lo serán, pero su viabilidad económica dependerá de la demanda que haya. Si no hay interés, no es rentable. El objetivo es crear este interés.

¿El objetivo es crear referentes para las niñas más pequeñas?

Totalmente. Yo siempre he jugado a fútbol, de hecho estuve en Inglaterra jugando en el Fulham. Cuando de pequeña me hacían dibujar lo que quería ser de mayor siempre dibujaba un hombre, no una mujer. Aparte de generar referentes, queremos ganar también. Cuanto más espectáculo generemos, más interés habrá.

Anunciaron la creación de una sección de natación artística, ¿dónde y cómo se llevará a cabo?

Hemos detectado que es un deporte que interesa a la socias del Barça. Catalunya es pionera en este ámbito. Se implementará a partir de 2023, cuando hayamos empezado a generar ingresos y el lugar está por determinar todavía.

¿Cuál es vuestro plan para el deporte femenino de La Masia?

Tenemos un proyecto muy bonito sobre mentorización, para que las más que están empezando puedan preguntar a las veteranas cómo solucionaban sus problemas. Salen ganando tanto las mayores, como las más jóvenes. Queremos crear una Masia para chicas, que una planta sea para ellas solo y es una de nuestras prioridades.

¿El Barça femenino debe jugar todos sus partidos en el Camp Nou?

Dependerá de la demanda que haya. Para generarla tenemos que darle más caña al equipo para ser referentes. La ilusión genera interés.

¿Se puede mejorar todavía algún aspecto de la gestión del fútbol femenino?

Creo que sí. Se ha hecho mucho trabajo y hemos mejorado mucho. Queda camino por recorrer para poder igualar el fútbol femenino al masculino.

¿El equipo masculino debe reflejarse en el femenino?

Después del partido entre Barça y Espanyol femenino que se disputó en el Camp Nou, las jugadoras se felicitaron y abrazaron. Estaban contentas de haber disputado ese partido, pese a ser rivales. Una de las jugadoras me dijo que la rivalidad no es tanta fuera del campo. Trabajan codo con codo para que en el fútbol femenino haya oportunidades para todas. En el masculino se está perdiendo un poco.