Líder de 'Som Gent Normal'

Farré, barcelonista de base

El precandidato a la presidencia del FC Barcelona Jordi Farré está legitimado a pelear por su sueño

Jordi Farré lidera la precandidatura 'Som Gent Normal'

Jordi Farré lidera la precandidatura 'Som Gent Normal' / sport

D. SALINAS

El precandidato a la presidencia del FC Barcelona, Jordi Farré, líder de la plataforma ‘Som Gent Normal’, ha saltado al ruedo electoral por convicción. Este empresario catalán (L’Hospitalet de Llobregat, 20 de noviembre de 1975), además de ser un apasionado del Barça, entiende que el club debe volver a ser propiedad de los socios, únicos guardianes leales que siempre se han desvivido por él.

Farré es el tercer hijo de Salvador y Caridad (antes llegaron Francesc y Carles) y su barcelonismo no es de adorno ni de boquilla. Socio desde el primer día de vida, acumula anécdotas una detrás de otra. Su nombre salió en el boletín del club cuando fue dado de alta, aprendió a caminar en la zona deportiva donde hoy se levanta el Mini (vivía en Collblanch), su madre le dio el pecho en el Camp Nou y se acuerda de los efectos colaterales que vivió después del gol de Zuviría contra el Anderlecht en 1978 (su padre lo sostenía en sus hombros para que pudiera seguir las evoluciones del juego). Farré no estuvo en la final de Basilea, pero sí su padre, que prometió que se afeitaría el bigote si ganaba el Barça. Regresó de Suiza sin él y ya nunca volvió a lucirlo.

HUÍDA A SEVILLA

El Barça, desde el minuto 0 de su vida, entró en su interior para no desaparecer nunca. Pero el hecho que define la devoción de Farré por el Barça es la ‘huída’ que protagonizó con 11 años a Sevilla con motivo de la final de la Copa de Europa. ¡Se escapó de casa! Se coló en un autocar (con una autorización falsificada de su padre) y puso rumbo a Andalucía. Las entradas las consiguió a través de un amigo cuyos padres tenían contacto con Alexanco. Volvió a Barcelona llorando por la derrota, pero la bronca que le cayó al regreso fue monumental…

Farré era de coleccionar cromos, leer prensa y escuchar la radio. Mientras cursó la EGB en la Academia Cultural de L’Hospitalet y el BUP y el COU en la Escuela Técnica Profesional de Hostafrancs, siempre echaba el ojo a los diarios deportivos y se enganchaba a la radio. No se perdía ninguna de las peroratas del punzante José María García.

Y por si no fuera poco, su abuelo, Rafael Muñoz Escobar, natural de Quintanilla de Abajo, hoy Onésimo (Valladolid), lo primero que hizo en 1946 cuando llegó a Barcelona fue hacerse socio. También su bisabuelo lo fue.

QUERÍA SER PRESIDENTE DEL BARÇA

El líder de ‘Som Gent Normal’ no es un recién aterrizado al universo blaugrana. Su madre puede dar fe de ello. De niño, cuando le preguntaba qué quería ser de mayor, decía sin vacilar: “Presidente del Barça”. En las próximas elecciones, si es capaz de superar el corte de firmas y llegar a la carrera definitiva, optaría a ser el presidente más joven de la historia del FC Barcelona.

Farré es de raíces populares. De los que aprovechó ropa de sus hermanos mayores, de los que ha tenido que pelear a la vida con efectividad y contundencia para hacerse un hueco. Y lo ha conseguido. Es licenciado en ingeniería técnica de sistemas por la Universitat Politècnica de Catalunya y fundador y CEO de diversas Stars Up’s, entre ellas Geek Group, de la que es creador y director en estos momentos.

COMPROMETIDO

Hubiera podido cambiar hace tiempo su localidad de siempre en el Camp Nou, en gol sur primera gradería, por una en tribuna. Pero le gusta ver al Barça junto a los suyos (la familia tiene seis asientos consecutivos) y desplazarse para presenciar aquellos partidos que ‘huele’ históricos. Ha estado en todas las finales de la Champions (Wembley, Atenas, París, Roma y Wembley), en el ‘Iniestazo’, en el 2-6… Su dinero se lo gasta en el Barça. Su única pasión junto a su familia. Y especialmente ligado se siente a su hermano Carles, discapacitado, que lo ha marcado hasta el punto de que colabora activamente con la Fundación Tedis, asociación para la integración social del discapacitado. Su empresa, por otra parte, es una de las que tiene un mayor índice (11%) de trabajadores con discapacidad.

En su adolescencia idolatró a Schuster, Quini, Simonsen… Y a su padre, que llegó a dar sangre para salvar la vida de la esposa de Krankl cuando tuvo un accidente de tráfico en Barcelona. Ahora aspira a presidir el club que tanta presencia ha tenido a lo largo de su vida. Tiene el equipo, la ilusión, los medios y la convicción de que puede ordenar y arreglar el club porque tanto él como su gente son normales.