¿Por qué se celebra la jornada de reflexión?

Los socios del FC Barcelona decidirán al futuro presidente del club el próximo domingo 7 de marzo a partir de las 09:00 horas. Joan Laporta, Victor Font y Toni Freixa son los tres candidatos al llegar al mínimo de firmas necesarias y, por tanto, las únicas candidatura que pueden llegar a la Junta Directiva.

El censo electoral del club es de 110.290 socios, de los cuales 87.479 están convocados a ejercer su derecho a voto de forma presencial en las seis sedes estipuladas. 22.811 de estos socios ya solicitaron su voto por correo, opción que terminó el pasado 9 de febrero, por lo que estos no pueden hacerlo de forma física. Las sedes quedan distribuidas de la siguiente forma: 111 mesas electorales en Barcelona, cinco en Girona, dos en Lleida, tres en Tarragona, una en Tortosa y otras dos en Andorra.

Los socios deberán presentar su DNI y su carnet para poder votar, aunque este último por sí solo únicamente sirve para poder acceder a la mesa correspondiente de votación, y siempre cumpliendo con las medidas anti-Covid.

La jornada de reflexión, el día clave

El FC Barcelona se somete a elecciones presidenciales en el marco de una de las mayores crisis institucionales de su historia. La actualidad azulgrana, marcada por el caso Barçagate y la remontada copera frente al Sevilla, se ha convertido en una de las claves en esta recta final de campaña.

El próximo sábado, mientras el equipo de Koeman afronta un partido clave en El Sadar para el futuro de la La Liga, será la jornada de reflexión. Tal y como sucede en las elecciones a nivel político, no se permite la difusión de propaganda ni tampoco la solicitud el voto de forma directa o indirecta. Es el día que el censo dedica a la consideración de su voto antes de los comicios.

Los estatutos del club recogen una mención clara a la jornada de reflexión en el artículo 52: "Desde las cero horas de este día, quedarán prohibidas todas las actividades públicas de las candidaturas y no podrán realizarse, ni directa ni indirectamente, actuaciones propias de la campaña electoral, como pegar carteles, publicar o emitir propaganda a través de los medios de comunicación, o realizar declaraciones o entrevistas".

Esta norma, así como sucede en política, recogida en la Ley Electoral de 1985, suscita cierto debate popular debido a las aristas que las plataformas digitales ponen sobre la mesa: resulta complicado no recibir informaciones y actualizaciones sobre estas de forma pasiva en redes sociales o similares.