Protección social

Inclusión manda 8.000 mensajes diarios para buscar beneficiarios del Ingreso Mínimo Vital

La campaña busca conocer los motivos por los que hogares con derecho a la ayuda contra la exclusión no la han solicitado

José Luis Escrivá.

José Luis Escrivá. / Antonio Sempere - Europa Press

Rafa Bernardo

Si a usted le llega el siguiente mensaje al móvil: "GOB-ESPAÑA INFORMA Para recibir información sobre ayudas sociales pinche aquí" -seguido de un enlace-, no es una trampa de piratas informáticos para hacerse con sus datos; es una iniciativa del ministerio de Inclusión para impulsar el Ingreso Mínimo Vital (IMV)

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Se trata de una campaña piloto puesta en marcha por el departamento de José Luis Escrivá con la Agencia Tributaria (AEAT) para tratar de resolver uno de los problemas que aquejan a la nueva ayuda desde que se puso en marcha en el verano de 2020: saber por qué no está llegando a buena parte de sus potenciales beneficiarios. Los envíos empezaron el pasado lunes, a un ritmo de unos 8.000 SMS diarios, y según el ministerio hasta el jueves unos 600 de los receptores habían accedido al enlace: el 2% de los contactados, según publica este sábado

El Periódico de España

Cuando se lanzó, el IMV tenía la ambición de llegar a 850.000 hogares en situación de pobreza y exclusión; el último dato disponible, de principios de diciembre, apunta que ha alcanzado a 362.017. Y aunque se han ido identificando (y corrigiendo con retoques y enmiendas) distintas barreras burocráticas y de diseño que dificultaban el acceso a la ayuda, el colectivo que intriga especialmente a Inclusión es el de las personas que cumplen los requisitos de ingresos y patrimonio para solicitar el IMV pero que, por alguna razón, no lo han hecho. La campaña trata de llegar a ellos, hacerles una encuesta para averiguar por qué no lo han pedido y, si quieren, guiarles para solicitar la ayuda. La iniciativa ha sido diseñada -dicen en el ministerio- a partir de la experiencia adquirida tras meses de funcionamiento del IMV con las fórmulas más efectivas para apoyar e informar a los colectivos en situación de exclusión.

Diseño cuidadoso

Así, por ejemplo, la elección del SMS como vía de comunicación parte de la constatación de que es el medio más rápido y eficaz para contactar con personas sin acceso regular a internet; también se ha cuidado el lenguaje del mensaje (con el uso de la palabra "ayudas", más comprensible, frente a "prestaciones", más técnica), y hasta los días de campaña: los mensajes no se mandan ni en viernes ni en fin de semana, porque los expertos tienen comprobado que las iniciativas de este tipo funcionan mejor cuando no se hacen en festivo o en sus vísperas.

La participación de la AEAT es esencial, porque tiene tanto los datos de ingresos y patrimonio que permiten saber si alguien es potencial beneficiario del IMV como los números de teléfono de los contribuyentes. Eso sí, se ha acordado que no figure en el mensaje su participación ("recibir un mensaje de la Agencia Tributaria espanta, no invita a pinchar un enlace", explica una de las responsables de la campaña), y como se trata de una iniciativa conjunta del ministerio de Escrivá y del fisco, se ha optado por presentar el SMS en nombre del

Gobierno de España

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El que recibe el mensaje y pincha en el enlace llega a una página web del ministerio de Inclusión en la que se le invita a "conocer las posibilidades de que sea beneficiario del Ingreso Mínimo Vital", además de contar "cuáles han sido las dificultades que se ha encontrado si, en algún momento, ha iniciado los trámites de solicitud". En ese punto se le piden tres datos: el nombre, el número de teléfono y el horario preferido para recibir una llamada; la necesidad de un procedimiento con todos estos pasos (SMS, enlace, nombre, número y horario) viene dada, dicen en Inclusión, por la Ley de Protección de Datos.

Encuesta telefónica

Aquel que siga adelante accede a que le hagan una encuesta telefónica en la que, además de la información básica para dibujar el perfil del posible perceptor (tamaño del hogar, tipo de vivienda, nivel de estudios, si recibe o no alguna otra prestación...), se le preguntan las razones por las que no ha solicitado el IMV hasta ahora. En este punto, los encuestadores ofrecen varias posibilidades, desde la complejidad del procedimiento hasta la falta de acceso a medios telemáticos, pasando por las reticencias a relacionarse con la administración por si implica algún control o si uno está convencido de que la ayuda no le corresponde por superar los niveles de ingresos exigidos. A los que tengan posibilidades de acceder al IMV a la luz de sus respuestas se les ofrecerá la posibilidad de obtener la asistencia del Instituto Nacional de la Seguridad Social para su tramitación.

La campaña es un proyecto piloto del ministerio que continuará, explican en Inclusión, hasta que se logren 4.500 encuestas. A partir de ahí se analizarán los datos obtenidos para mejorar el acceso a la prestación y se estudiará si se siguen realizando más cuestionarios. En Inclusión inscriben esta iniciativa en su interés por hacer "políticas basadas en las evidencias", y cuentan con que los resultados abrirán la puerta a impulsar nuevas fórmulas de captación de posibles perceptores utilizando herramientas más ajustadas y focalizadas que las actuales.

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Desde que se constatara, ya en los primeros compases de la puesta en marcha del IMV, que los resultados no estaban al nivel de las expectativas, las normas que regulan la prestación han sufrido numerosos retoques para hacerla más eficaz. Se han reducido las exigencias de documentación y se ha simplificado el procedimiento de solicitud, y con la aprobación definitiva de la Ley del Ingreso Mínimo Vital, en diciembre, se han incorporado otras novedades, como un complemento de ayuda a la infancia para los hogares con menores. En las últimas semanas se han puesto en marcha además medidas como el Registro de Mediadores Sociales, por el que ONG y otras entidades del Tercer Sector podrán acreditar situaciones de vulnerabilidad para facilitar la concesión del IMV, o los itinerarios de inclusión, por los que el ministerio convenia con otras administraciones o instituciones poner en marcha planes y proyectos de apoyo a los beneficiarios. El último paso dado hasta ahora es del 25 de enero: la creación de la Comisión de Seguimiento del IMV, que evaluará el impacto de la ayuda e impulsará su desarrollo.