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Hipoteca inversa: ¿merece la pena?

Los bancos españoles no comercializan estos productos porque no les proporcionan rentabilidad

Un edificio de viviendas.

Un edificio de viviendas. / EP

Nerea Gastesi - iAhorro

Cuando una persona termina de pagar la hipoteca la

vivienda

es suya, de su propiedad. Sin embargo, después de haber estado pagando durante una media de 25 años se puede preguntar… ¿No se le puede sacar rentabilidad al inmueble? Una de las formas para hacerlo es contratando la llamada hipoteca inversa.

¿En qué consiste?

La Ley 41/2007 define la hipoteca inversa como “un préstamo o crédito hipotecario del que el propietario de la vivienda realiza disposiciones, normalmente periódicas, aunque la disposición pueda ser de una sola vez, hasta un importe máximo determinado por un porcentaje del valor de tasación en el momento de la constitución”. Dicho de otra manera, el banco paga a los clientes una cuota mensual pese a que sigan habitando su hogar, lo que les proporciona unos ingresos y además pueden seguir disfrutando de su casa.

Sin embargo, tiene sus desventajas. La principal de ellas es la edad, puesto que la Ley de 2007 establece que no se podrán beneficiar de esta fórmula personas menores de 65 años. Asimismo, cuando el titular de la vivienda fallece ésta se la queda la entidad, por lo tanto, si los herederos quieren conservarla tendrán que asumir la deuda.

Estos factores provocan que no existan prácticamente entidades que ofrezcan este tipo de producto en España. Por lo tanto, ¿merece la pena apostar por una hipoteca inversa? “Desde nuestro punto de vista no, puesto que existen muchas posibilidades de que cuando el titular fallezca los herederos no respondan a su deuda” asegura Gerard Peiró, CEO de Préstamo Capital.

Es por ese motivo que, según el Consejo General del Notariado, tan solo se firmaron 108 hipotecas inversas en 2020. “No hay mercado porque a los españoles les ha costado mucho pagar su vivienda y les gusta tener su vivienda para dejar su patrimonio a sus hijos, y, al no haber mercado, a los bancos no les interesa” añade el CEO de Préstamo Capital.

Si el banco no apuesta por este tipo de hipotecas en España porque no proporciona rentabilidad… ¿Existe alguna alternativa? Se puede optar por un préstamo con garantía hipotecaria. El objetivo es el mismo: rehipotecar una propiedad para sacar rentabilidad de la misma, pero permite más flexibilidad.

En el caso del préstamo con garantía hipotecaria no existe una edad mínima, es decir, puede solicitarse a partir de los 18 años siempre que el usuario tenga una vivienda en propiedad. Peiró explica que “los préstamos con garantía hipotecaria están regulados por el Banco de España desde 2019, por lo tanto, cuentan con un marco regulatorio para el consumidor”.

Más flexibilidad, pero todo el dinero de golpe

Otra de las ventajas de los préstamos con garantía hipotecaria es que no están limitados a las viviendas habituales, sino que pueden destinarse para segundas residencias y a otro tipo de inmuebles. Lo que hará falta en este caso es justificar que el solicitante percibe unos ingresos (nómina, pensión, etc.).

No obstante, hay que tener en cuenta que no se recibirá el dinero en cuotas mensuales, sino que se proporciona todo de golpe. Por lo tanto, tendrá que ser el propio usuario quien se gestione el dinero recibido. Asimismo, no habrá que tributarlo en IRPF.

En definitiva, si un usuario busca sacarle rentabilidad a su vivienda tiene dos opciones: optar por una hipoteca inversa o un préstamo con garantía hipotecaria. Sin embargo, la primera opción no es muy popular entre los bancos españoles, por lo que deberá decantarse por el préstamo y planificar la gestión del dinero que vaya a recibir.

Si el préstamo con garantía hipotecaria no fuera viable como última alternativa quedaría la denominada nuda propiedad o, como es conocida popularmente, los ‘pisos con bicho’. La idea es vender la vivienda debajo de su valor, pero que los nuevos propietarios no puedan habitarla hasta que los anteriores fallezcan.

“Esto permite que los vendedores puedan tener una nueva fuente de ingreso durante la última etapa de su vida, aunque, como en la hipoteca inversa, la edad será un factor determinante”, explica Antonio Gallardo, experto de iAhorro

. De hecho, cuanto mayor esperanza de vida tenga el usuario menor será el precio por el que podrá vender su inmueble.