Tina Maze se postula como la reina de Sochi 2014

Es difícil poder señalar a un campeón que destaque sobre el resto en Sochi. Las apuestas de los Plushenko, Shaun White o Aksel Lund Svindal se difuminaron. Lesiones, malas actuaciones o alergias han dejado la cita olímpica prácticamente huérfana de un gran estrella con peso. Aunque ayer la eslovena Tina Maze, la dominadora de la Copa del Mundo 2012/2013 (23 podios y acreedora del Globo de Cristal con el récord de puntuación, 2.414 puntos) se postuló ayer a reina de estos Juegos con su segundo oro olímpico. Llegó a Sochi sin ese máximo galardón y ya tiene dos: tras el descenso –en el que compartió medalla con la suiza Gisin–, ayer se impuso en el gigante, superando por sólo siete centésimas a la austríaca Anna Fenninger y con la anterior campeona, la alemana Viktoria Rebensburg, completando el podio.

“Esta temporada me había centrado en los Juegos porque era difícil mantener el ritmo del año pasado en la Copa del Mundo”, explicó una sonriente Maze que sabía “que iba a mostrar mi mejor nivel aquí, ése era el plan. Si no tienes la motivación necesaria, si no pones pasión, no puedes poner en escena tu mejor actuación”. Un nivel que espera mantener para el slalom, donde figura entre las favoritas. “Vamos a ver...”, dijo mientras suspiraba. Y si Maze acabó la primera; la tailandesa Vanessa Vanakorn fue la última esquiadora que logró llegar a meta. Poco importó que fuera a más de dos minutos de la vencedora. Para la afamada violinista ya fue todo un éxito: “Casi me caigo tres veces y tenía miedo de perderme, pero logré llegar”, dijo feliz.

También feliz, más bien exultante, estaba la estadounidense Lauryn Williams, que ha cambiado la velocidad por los bobsleighs, al igual que Lolo Jones. Williams, plata en los 100 metros de Atenas 2004 y oro en el relevo 4x100 de Londres 2012, finalizó junto a su compañera Elana Meyers (piloto) en la primera posición del bobs a dos tras las dos mangas iniciales.

Menos alegrías está viviendo el alemán Felix Neureuther. Tras su accidente de coche cuando se dirigía al aeropuerto de Múnich para viajar a Sochi, uno de los favoritos en las pruebas de slalom, tiene movilidad reducida en el cuello y no es seguro que hoy dispute el gigante.