Récord de apuestas en los casinos de Las Vegas con la Super Bowl

El evento deportivo más grande e importante del año en Estados Unidos, el Super Bowl, que el domingo celebró en el NRG Stadium de Houston su edición número 51, recibió más dinero en las casas de apuestas de Nevada que cualquier otro en la historia de la NFL.

Los casinos de Nevada ganaron 10,93 millones de dólares de un récord de 138,48 millones apostados en la Super Bowl LI, según anunció la junta de control de juegos.

El dinero apostado de forma legal superaron el récord del año pasado de 132,54 millones, mientras que se calcula que las apuestas ilegales durante el partido a nivel nacional y mundial superan los 10.000 millones de dólares.

Las casas de apuestas retuvieron el 7,9 por ciento del total y registraron su séptima Super Bowl más lucrativa de la historia, cuando los Patriots de Nueva Inglaterra remontaron una desventaja de 25 puntos a los Falcons de Altanta a partir de la recta final del tercer periodo y lograron la victoria en el tiempo extra (34-28).

Desde que la oficina de control de juegos de Nevada comenzó a regular las apuestas en la Super Bowl de 1991, las casas de apuestas inscritas en el estado han salido con saldo positivo en 25 de 27 partidos, con unas ganancias netas de 173,6 millones durante ese periodo.

Los Patriots cubrieron los 3 puntos como favoritos y el partido superó los puntos esperados (57). Favorito y puntos esperados suele ser una mala combinación para las casas de apuestas, pero ése no fue el caso este año.

La casa de apuestas del MGM reportó ganancias cercanas a los 10 millones de dólares.

El dinero estuvo distribuido tan parejo con la diferencia de puntos, total y apuestas paralelas que la mayoría de las casas de apuestas llegaron al partido en situación de nulo riesgo.

El SuperBook vio un aumento del 20 por ciento respecto a la Super Bowl del año pasado. El South Point Casino también reportó un récord de apuestas. CG Technology, Station Casino, Caesars Palace, South Point y el Wynn tuvieron ganancias con el partido. Sin embargo, los casinos tuvieron que esperar hasta el final, que fue de auténtico infarto.