Un positivo precipita el cierre del CAR de Sant Cugat

El CAR de Sant Cugat ha cerrado sus actividades

El CAR de Sant Cugat ha cerrado sus actividades / IGNASI PAREDES

Àngels Fàbregues

Àngels Fàbregues

Un positivo de una persona externa que entró en la instalaciones del Centre d’ Alt  Rendiment de Sant Cugat (CAR) y el posterior decreto de las autoridades sanitarias obligaron al centro a cerrar a cal y canto las instalaciones.

En el CAR ya reinaba la incertidumbre hace algún tiempo y con el paso de los días, la preocupación por la expansión del coronavirus aumentaba, como en el resto de la población, al ver que los entrenamientos se verían afectados.

Hace diez días se empezaron a tomar las primeras medidas de prevención con controles a todos los deportistas que llegaban de fuera, pero los acontecimientos se precipitaban a gran velocidad y los responsables de las instalaciones y de las federaciones hablaron con los entrenadores para contemplar un nuevo plan estratégico.

Tras valorar alternativas, se decidió que se quedaran en el CAR entrenando únicamente los deportistas con plaza olímpica y paralímpica o aquellos con altas posibilidades de obtenerlas.

Así, se fueron marchando todos los deportistas a sus casas, se llamó a los padres de los menores de edad para que los fueran a recoger y se redujo notablemente la actividad del centro. Se quedaron únicamente una cincuentena de personas en el CAR entre deportistas, entrenadores y personal imprescindible para el correcto funcionamiento de las instalaciones y los entrenos.

Noticia de un positivo

Sin embargo, los planes para estos deportistas cuyo objetivo no es otro que los Juegos Olímpicos de Tokio, se truncaron precipitadamente cuando los gestores del CAR tuvieron conocimiento de que una persona externa al centro que estaba infectada había entrado en las instalaciones y había tenido contacto con personal sanitario e incluso con varios deportistas dentro del CAR. 

Ello obligaba a poner en cuarentena a  todas las personas con posibilidades de contagio dentro del CAR e imposibilitaba que la instalación pudiera seguir funcionando. 

Paralelamente, las autoridades sanitarias de Catalunya emitían horas después un comunicado que obligaba a cerrar todas las intalaciones deportivas, algo que, probablemente, habría obligado a cerrar también el CAR a no ser que, por su especificidad, hubiera contado con un trato excepcional de cara a la preparación de los deportitas de elite.

Sea como fuera la realidad es que el CAR se ha visto obligado a desalojar sus instalaciones y a confinar a parte del personal, obligado a estar en cuarentena tras haber tenido contacto con una persona que ha dado positivo.

El director del CAR, Ramon Terrassa, explicó a SPORT como fue la decisión de cerrar: “Al conocer el positivo no quedaba otra opción que cerrar. Nos movemos en parámetros de salud que pasan por encima de los deportivos”. Asegura que todo el mundo ha comprendido estas medidas: “Entrenadores y directores técnicos han colaborado en todos los procesos de información y en las acciones que se han ido llevando a cabo con el paso de las horas. Todo el mundo ha sido muy comprensivo”,

A casa los de Sierra Nevada

La crisis del coronavirus pilló a los mejores nadadores del país de concentración en Sierra Nevada donde tenían planeado permanecer hasta el día 19 de este mes. Son los casos de Mireia Belmonte, Jessica Vall, Lidón Muñoz o Joanllu Pons entre otros. Tanto ellos como sus entrenadores Fred Vergnoux y Jordi Jou y demás componentes del staff se vieron también obligados a abandonar Granada para regresar a sus respectivos domicilios a la espera de nuevas instrucciones por parte de los dirigentes de la federación que a su vez deben cumplir las indicaciones de las autoridades sanitarias.

Deportes de agua, un problema

Todos los deportistas de elite tienen un problema grave si no pueden entrenarse, pero sobre todo los individuales y los deportes de agua, que se encuentran con la imposibilidad de poder trabajar en casa o por su cuenta por la necesidad de contar con una piscina de por medio. 

La realidad es que el coronavirus y sus consecuencias lógicamente ha pillado a todo el mundo por sorpresa y también a los deportistas de élite y a sus entrenadores que a día de hoy se encuentran en una dinámica complicada y sin planes de contingencia para subsanar las deficiencias que se puedan derivar de esta crisis que implica un parón en su rutina diaria.