Más Phelps y menos doping

CARA y CRUZ. Fue un día agridulce en un Pekín menos caluroso y más lluvioso del que nos encontramos hace ahora una semana. Permitió comenzar al tenis -sólo Rafa Nadal, sufriendo, se salvó de la debacle española- y dio un respiro a los que deben competir al aire libre porque la contaminación, esa que no dejaba ver el cielo en los primeros días, parece haber disminuído, transportada por el agua.

Agua del cielo que se junta con la de la piscina, verdadera estrella de estos primeros días olímpico. En el 'Cubo' vivimos los mejores momentos del día. Inolvidable la carrera de los 4x100 e impresionante ver sufrir a un hombre de hielo como es Michael Phelps. Se escondió cuando pensó que todo estaba perdido para él y mostró un júbilo desconocido en él cuando la piscina celebraba lo que ya era su segundo oro en Pekín, el octavo de su carrera. Entonces ya llegaban noticias alarmantes. Un caso de doping gravitaba sobre el deporte español.

Tardó poco en confirmarse. A una integrante del equipo de ciclismo, Maribel Moreno, se le había detectado EPO reconvinante. A partir de aquí se inició toda la parafernalia que acompaña a estos casos. Lo curioso es que la deportista había abandonado hace días la expedición española y en la nota oficial se justificaba por una 'crisis de ansiedad'.

Esa crisis, convertida en doping, sacó a la superficie toda la desconfianza que en algunos países genera el deporte español y la inmediata réplica de la cúpula (Jaime Lissavetzky y Alejandro Blanco). A la rutina del 'poco interés en perseguir el doping' que acompaña a nuestras autoridades deportivas se opone el tolerancia cero de éstas. Pero nadie disipa las dudas.

¿Cómo es posible que una deportista que había pasado seis controles en España en los últimos seis meses dé positivo en Pekín? ¿Cuándo sabrán los deportistas sanos -hay que pensar que la gran mayoría- dejar al descubierto los corruptos? ¿Por qué una actitud diferente si el implicado es uno de los tuyos o de los otros e incluso según sea la proyección del acusado?

¡Con lo bonito que es hablar de Phelps o de Nadal!

Ojalá podamos continuar haciéndolo en los próximos días. Porque al estadounidense le espera la gloria y al mallorquín tantas dificultades que hay que apostar por un hombre como él. Y por Gasol. Y por Paquillo. Y por Cal. Y por todos los que están llevando al deporte español a lo mal alto a base de esfuerzo. Porque el deporte de verdad acepta tan poco el doping como las muchas intromisiones de los políticos.