New England Patriots: la continuación de un legado

Los Patriots, una máquina bien engrasada

Los Patriots, una máquina bien engrasada / AFP

Aniol Estebanell

Aniol Estebanell

Patriots contra FalconsNew England contra Atlanta, Goliat contra David. Este lunes nada importará en Estados Unidos salvo una cosa. Los 50 estados que conforman el país se paralizarán delante del televisor ante el evento deportivo del año, la Super Bowl.

En plena carrera para conseguir el quinto anillo de la era Brady, analizamos el conjunto que, a priori, parte con ventaja en la final, los New England Patriots.

Un camino llano hasta la final

El conjunto dirigido  por el mítico Bill Belichick aún está intentando encontrar un rival que les plante cara en estos Play-Off. La bochornosa victoria frente los Texans por 34-16, sin jugar especialmente bien y con un Dion Lewis imparable que acabó el choque con 3 touchdowns y un kickoff (retorno) de 98 yardas hacían prever que seguían siendo los favoritos de la competición.

Además, el running back del equipo de New England entró en los anales del equipo tras ser el quinto Patriot en conseguir un hito de estas características en un partido de postemporada.

No fue muy diferente tampoco el siguiente test para los de Belichick. Esta vez endosaron un 17-36 contra los Steelers de Pittsburgh con un Tom Brady desatado que completó 384 yardas (récord de la plantilla en Play-Off) y 3 TDs. El quarterback de California condujo a los suyos hacia la novena victoria consecutiva e hizo olvidar, de manera definitiva, la baja, desde noviembre, de el que es para muchos el mejor tight end de la liga, “Gronk” Rob Gronkowsky.

Las claves

La experiencia. Tener a Belichick debe ser sinónimo de garantía. 4 Super Bowls desde el 2000 con los Patriots lo avalan y junto al estratega de la unidad ofensiva, Dante Scarnecchia, deben pasar por encima de sus homólogos rivales. Su papel será clave para intentar encontrar agujeros en la defensa de Atlanta.

Asegurar el pocket. Por mucho que tengas al mejor QB de la competición toda la línea ofensiva debe ayudar a Brady para que este gane tiempo para la ejecución. A los guards y los tackles deben unirse los running backs para proteger al cuatro veces campeón de la competición.

Encontrar espacios para los running backs Con una línea defensiva tan agresiva como la de Atlanta será clave encontrar espacios y conectar con los running backs para que estos puedan correr sin el balón o bien ganen terreno mediante la carrera. Legarrete Blount y Dion Lewis tendrán un papel primordial en la final.

En qué jugadores poner el foco

Tom Brady: Líder y cerebro del equipo. El quarterback buscará su quinto anillo frente a los Falcons. Brady lleva 5 pases de touchdown entre los encuentros contra los Texans y los Steelers que los han llevado a la final.

Legarrete Blount y Dion Lewis: Pese a que los Patriots tan solo han generado 155 yardas terrestres durante la postemporada, su papel debe ser crucial para romper la línea defensiva del equipo de Atlanta.

Julian Edelman: La competencia será feroz ya que en el equipo rival tienen al mejor wide receiver de la competición, Julio Jones. Sin embargo, la capacidad para recibir en tráfico de Edelman, sumado a la de sus compañeros Amendola y Hogan, hacen de los WRS (wide receivers) de New England un auténtico peligro.

Martellus Bennett: La baja de Gronkowsky iguala las cosas. Bennett no está siendo muy utilizado en los esquemas de ataque de los Patriots y de hecho aún no ha conseguido ningún TD esta temporada.

Un tándem no exento de polémica

Pese a ser uno de los mejores dúos que han existido nunca en la NFL, la historia de Belichick y Brady no ha sido un camino de rosas. Una de las polémicas más sonadas fue sin duda el conocido popularmente como DeflateGate, una acusación en contra de los Patriots por haber, supuestamente, deshinchado más de lo permitido las pelotas y cosechar, así, un mejor agarre por parte de los quarterbacks.

Por otro lado, a nivel político también cabe destacar la poca química entre compañeros de vestuario. Mientras que Tom Brady se ha postulado como fan del presidente Donald Trump (cuando colgó gorras con el “leitmotiv” Make America Great Again en el vestuario), otros jugadores, como el tight end Martellus Bennett ya han anunciado que si ganan la Super Bowl no irá a celebrarlo a la Casa Blanca; tal y como se hace normalmente en estos casos.