Messner y Wielicki reciben el premio Princesa de Asturias de manos del Rey Felipe VI

Los alpinistas Reinold Messner y Krzysztof Wielicki asistieron a la ceremonia de los premios Princesa de Asturias donde recibieron el galardón de manos del Rey Felipe VI en el acto que tuvo lugar en el Teatro Campoamor de Oviedo.

En su discurso, Don Felipe, que elogió a todos y cada uno de los premiados, destacó el valor de los alpinistas premiados y ensalzó las virtudes de un deporte tan especial como el alpinismo, un "deporte mítico" que exige "disciplina, valor y espíritu de sacrificio, destreza y precisión", unos valores que han hecho merecedores del Premio Princesa de Asturias de los Deportes al italiano Messner y al polaco Wielicki.

Durante la ceremonia de entrega de estos galardones, don Felipe ha resaltado el valor de ambos alpinistas al enfrentarse "a retos casi imposibles" que han llevado a cabo "a lo largo de su destacada trayectoria que forma parte de un conjunto de valores que en el himalayismo adquieren un carácter casi mágico, heroico".

"Esa antiquísima lucha entre el ser humano y los elementos, ese deseo de conquista, de superación absoluta y entrega total que Messner y Wielicki conocen bien, es la quintaesencia de uno de los deportes más esforzados", ha subrayado Felipe VI.

Messner, los 14 ochomiles sin oxígeno

Así, ha recordado que Messner, que vivió en su Tirol natal rodeado de montañas impactantes que le retaban, ha logrado "el triunfo en muchas ocasiones, coronando las cumbres más elevadas del planeta y conservación" y ha destacado que haya sido el primero en coronar sin ayuda de oxígeno los catorce ochomiles del planeta.

"Una gesta única", ha resaltado don Felipe, que ha valorado que el alpinista italiano haya dedicado su vida a la protección de esa naturaleza "en la que tantas cosas inolvidables ha encontrado y a la que regresa, como él dice, para seguir buscando la verdadera esencia del hombre".

Wielicki, el alpinista de hielo

Sobre la figura de Wielicki, el rey ha destacado que el alpinista polaco haya sido "uno de los más grandes himalayistas, emblema de la escuela polaca de los 80 y el primero que acometió la ascensión de los ochomiles en invierno".

"Quienes conocen bien sus hazañas hablan de que sus especialidades son la soledad, la rapidez y el frío. Tres elementos que, a priori, nos resultan especialmente difíciles y de extrema dureza. Pero que han definido una trayectoria deportiva asombrosa, completa, que le convierte en un símbolo de lo que significa ser alpinista; de lo que es ser uno de los más grandes alpinistas de la historia", ha recalado.

A su juicio, ambos "representan ese ejemplo de todo lo que, con coraje y pasión, el ser humano es capaz de alcanzar".

Los Premios Princesa de Asturias están dotados con 50.000 euros, diploma e insignia acreditativos y con la reproducción de una estatuilla diseñada por Joan Miró.