Marc Larumbe y Unai Aguirre, campeones sin límite

Los dos jugadores de la selección española de waterpolo visitaron Sport con sus medallas de oro

Se mostraron ambiciosos y con ganas de convertirse en una generación de leyenda

Los campeones del mundo de waterpolo visitan SPORT

Marc Larumbe y Unai Aguirre, campeones del mundo de waterpolo con la selección española, visitaron la redacción de SPORT con la medalla de oro colgada del cuello / SPORT.es

Àngels Fàbregues

Àngels Fàbregues

El pasado domingo fue sin duda el día más feliz de sus vidas. Lucir una medalla de oro de campeón del mundo no pasa todos los días y quisieron celebrarlo en SPORT. Sus caras de alegría les delataba. Pero advierten que el oro mundial es tan solo el inicio de una generación que espera recolectar muchos más éxitos.

Así lo sienten, sin complejos, con seguridad y a la vez responsabilidad: “Al ser un equipo tan joven la gente quiere ganar y ganar incluso individualmente para agrandarse como jugador, como leyenda. Es la mentalidad que hay que asumir, la de querer ganarlo todo”, dice Unai Aguirre, el nuevo portero de la selección española, declarado mejor portero del Mundial de Budapest y que con tan solo 19 años tiene pasta para convertirse en un nuevo líder.  

No le va a la zaga Marc Larumbe, de 28 años pero con el mismo espíritu que cuando empezó. A Marc le va la marcha: “Al Mudial ya llegábamos como favoritos. Jugar y ganar con presión siempre tiene mucho más mérito que venir como outsider. El nivel de presión que tienes que asumir es mucho más grande pero estamos preparados, así lo hemos demostrado en este Mundial, ahora habrá incluso más presión pero creo que el equipo seguirá manteniéndose igual de tranquilo y concentrado. Ya veremos qué depara el Europeo pero lo daremos todo”, comenta en referencia a la competición continental que se disputará en Split (Croacia) del 28 de agosto al 10 de septiembre.

Venganza ante Italia

España había perdido tres finales anteriores ante Italia: la olímpica en Barcelona 1992 y las de los mundiales de Roma 1994 y Gwangju 2019, por fin en Budapest hubo venganza y de nuevo en los penaltis se decidió una final, pero esta vez se decantó del lado de España. Para los dos jugadores del Atlètic Barceloneta la clave estuvo en que “no pensé en ningún momento antes de la final que podía ser campeón del mundo. Me lo tomé como un partido más, como un partido de semis o cuartos”, comenta el guardameta barcelonés.

Larumbe se expresa de manera similar: “Yo que he tenido la suerte de perder otras finales y entonces había un ambiente más eufórico, más distendido. En esta final la sensación que tuve era que el equipo estaba contento pero que estaba mucho más calmado y sobre todo concentrado”.

Un equipo joven

El cambio generacional está dando sus frutos con David Martín al frente del equipo. Marc considera que se empezó a producir en 2017-18: “La generación de mi edad aportó mucha frescura ya no a nivel de waterpolo -si somos mejores lo dirán los resultados-, sino a nivel de emoción, diversidad, alegría… desde aquellos años y con la llegada de los ‘niños’ como Unai se ha mantenido esta alegría y creo que son muy muy buenos”.

Marc y Unai celebran su medalla con Sport

Marc y Unai celebran su medalla con Sport / VALENTÍ ENRICH

Unai recuerda que “hemos ganado un oro como la generación de Jesús Rollán y Manel Estiarte. Saber que una generación así puede estar arriba dice mucho de nosotros”. Ambos consideran que es clave que todos tienen intereses comunes: “Todos tenemos preocupaciones muy parecidas o hábitos muy similares en el sentido que todos en distintos momentos de nuestras vidas hemos entrenado y estudiado o entrenado y trabajado. Esto ayuda mucho a entenderte con tus compañeros” . 

El guardameta va un poco más allá: “Yo paré el bachillerato pero ahora seguiré y es verdad que empatizar con la gente y ser un chaval normal es importante. Creo que tener una carrera te ayuda a adquirir cultura y conocimientos que es muy importante en la vida, más que el waterpolo y que el deporte”.

La importancia de David Martín

Tanto Marc como Unai consideran que la mano maestra con la que lleva el equipo elseleccionador David Martín es fundamental para entender la medalla de oro: “Transmite muy bien. Explica muy bien la táctica. Te dice realidades del juego y como jugador cuando lo pones en práctica ves que tiene razón. Así es mucho más fácil seguir enamorado del waterpolo y entender y seguir al entrenador”, define Larumbe cuando le preguntamos por el míster.

Marc Larumbe y Unai Aguirre visitaron las instalaciones de Sport donde fueron recibidos por David Casanovas, director general, y el CDO Xavi Ortuño

Marc Larumbe y Unai Aguirre visitaron las instalaciones de Sport donde fueron recibidos por David Casanovas, director general, y el CDO Xavi Ortuño / VALENTÍ ENRICH

También Aguirre tiene palabras de elogio hacia su entrenador en la selección: “Muchos entrenadores intentan explicar muchas cosas antes de un partido para que no se les escape nada y el jugador que escoja la información que quiera. Él no. Te dice cuatro conceptos clave”.

Antes de la final les pidió “ser fieles a nosotros mismos y ser fieles a nuestro sistema de juego”. Funcionó. Hacerlo valió un oro.

No hubo una gran celebración

El equipo estaba eufórico tras colgarse la medalla de oro en el Mundial de Budapest, pero siempre les quedará un poco sabor agridulce porque no pudieron celebrarlo como se merecía el éxito conseguido: “La celebración fue fatal”, confiesa Unai. “A las cuatro teníamos que estar en el aerupuerto así que fue muy corta”. Marc explica que “cuando acabamos entre la entrega de las medallas, la prensa... empezamos a cenar a las 23.30, llegamos a la discoteca a la 1.00 y había mucho ambiente, pero a las 3.00 nos teníamos que ir al hotel, coger la maleta y para casa”