Historia SPORT

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De luchadora de la BTT a heroína de la UCI

Susana Sánchez, médico de la UCI del Ramón y Cajal de Madrid, en la Non Stop Madrid-Lisboa

Susana Sánchez, médico de la UCI del Ramón y Cajal de Madrid, en la Non Stop Madrid-Lisboa / sport

Sport.es

Esta es la historia de una de las heroínas que luchan en los hospitales para vencer al Covid-19. Arriesgando su salud y, en su caso, sufriendo en primera persona la crueldad de este enemigo invisible, Susana Sánchez, intensivista en la UCI del Hospital Ramón y Cajal (Madrid), ha superado  el coronavirus y ya tiene ganas de volver a disfrutar de su otra gran pasión, el deporte. 

Su próximo gran desafío seráNon Stop Madrid-Lisboa, 770 kilómetros que unirá Villanueva del Pardillo (Madrid) y Alenquer (Lisboa). Será su tercera participación consecutiva en la exigente carrera de BTT representando al Club Triatlón Las Rozas junto a Lola Melle y Marta Godé.

Todas repiten experiencia, aunque han pasado de equipo de 4 a equipo de 3, por lo que el reto será aún mayor a partir del próximo 25 de septiembre.

Su relación con la Non Stop Madrid Lisboa es curiosa:  todo empezó con un 'bike and brunch', en palabras de Susana, tomarse el aperitivo en casa de alguien de la grupeta después de un buen entrenamiento.

Fue unos pocos días después de la Non Stop 2017, prueba que habían estado siguiendo. Y la envidia sana invadió sus pensamientos. Además, “habíamos bebido alguna cerveza de más”.

Y así es como surgen los mejores retos.  En marzo de 2018 volvió a insistir para inscribirse. Y sacaron dorsal. Aunque “pensábamos que no seríamos capaces de acabarla”. Pero lo lograron. Y aún les sobraron 10 minutos para llegar a meta dentro de las 55 horas estipuladas por la organización.

“Íbamos cerrando todas las EH (Estaciones de Hidratación), pero era muy emocionante porque la gente nos animaba mucho”. Con la lección aprendida, en 2019 se juntaron en Semana Santa para coger la furgoneta e inspeccionar todas las etapas. Entrenaban de noche, hicieron más kilómetros, adquirieron mejor material y llegaron mejor preparadas. El resultado fue que rebajaron en más de 3 horas el tiempo de la edición anterior.

El año pasado, le pilló de lleno la granizada en la etapa que terminaba en Burgohondo. “Las piedras que caían me traspasaban el casco y me hacían daño. La gente estaba parada y cayó un rayo delante de mí. Pensé que era más seguro seguir pedaleando que pararme debajo de un árbol”. Además, su GPS dejó de funcionar, aunque por suerte un participante le ayudó a encontrar el camino.

En estas circunstancias tan adversas, algunos equipos optaron por la retirada. Susana, ni se lo planteó. “¿Cómo lo iba a dejar si aún faltaba el 80% de mi equipo por salir?”. También estuvo en aprietos cuando quedaba poco para la meta. En la etapa 9 se le quedó frenada la rueda y lo arregló por vía telefónica. Un mecánico le iba contando cómo quitar el freno. Y así acabó su tramo. Sin frenos pero con mucha precaución.

El plan de entrenamiento de esta temporada es hacer más desnivel y más montaña para mejorar. “Además, por cambio de fechas por culpa del coronavirus, nos han puesto la Quebrantahuesos una semana antes de la Non Stop, lo que nos dará mucha resistencia”. Al ser una ciclista menos, a Susana le tocarán cuatro etapas porque es la mejor preparada. Incluso se plantea hacer dos segmentos seguidos para disfrutar de más tiempo de descanso. Las tres compañeras, por cierto, se citan por videollamada todos los días del confinamiento para hacer ejercicios de fuerza.

De este modo, Susana seguirá preparándose para la Non Stop mientras lucha contra el Covid-19 desde un hospital que ha tenido que cuadriplicar su capacidad. “En 30 años de profesión nunca había visto nada así”, dice Susana. Todo un ejemplo a seguir.