La Organización Mundial de la Salud se 'lava' las manos con los Juegos

Tarik Jarasevic, portavoz de la Organización Mundial de la Salud

Tarik Jarasevic, portavoz de la Organización Mundial de la Salud / TWITTER

David Rubio

David Rubio

Mientras el mundo del deporte se une para presionar al Comité Olímpico Internacional (CIO) para se baje definitivamente del burro y anuncie el aplazamiento de los Juegos de Tokio 2020 por la crisis del coronavirus, la Organización Mundial de la Salud optó (OMS) ha optado este domingo por tomar una postura tibia y pasar de puntillas sobre este candente tema.

En una situación en la que la opinión del máximo organismo de salud a nivel universal podría jugar un papel determinante que empujase definitivamente al organismo que preside Thomas Bach a tomar la decisión que todos esperan, ésta se limitó a hacer mutis por el foro como si con ella no fuese la ‘fiesta’. Y esta fiesta va con todos.

“No es función de la OMS cancelar o no cancelar ningún tipo de evento”, ha manifestado desde Ginebra en declaraciones a la agencia alemana DPA el portavoz de esta organización, Tarik Jasarevic. Unas declaraciones vacías en un contexto universal en el que cualquier presión hacia el CIO es tan necesaria como útil.

El vocero de la OMS trató a continuación de motivar su primera afirmación explicando por qué no les atañe esta materia. “Cualquier decisión al respecto de cambiar o modificar un evento internacional que ya está planificado debe basarse en una evaluación cuidadosa de los riesgos y también de cómo se pueden manejar, así como del nivel de planificación en el que se encuentre el evento”, añadió sin 'mojarse' en absoluto.

Jasarevic enfatizó para terminar que es responsabilidad de los Gobiernos y de los comités organizadores hacer juicios y valoraciones sobre ello. ¿Para esto hace falta una OMS?

La prevención sí atañe a la OMS

Estas declaraciones realizadas por la Organización Mundial de la Salud en las que pasó de puntillas sobre el posible aplazamiento de los Juegos de Tokio no responden a las funciones de este organismo que ampara la Organización de las Naciones Unidas, otra institución que también lleva haciendo aguas casi desde su creación por culpa de su falta de capacidad ejecutiva y de los derechos de 'veto'.

La Organización Mundial de la Salud tiene como funciones las de “gestionar políticas de prevención, promoción e intervención en salud a nivel mundial”.

Pues bien, parece no tomarse muy en serio ni tampoco implicarse de lleno en estas tareas de carácter preventivo si para ello tiene que enfrentarse cara a cara con el Comité Olímpico Internacional. Y la situación no está para ponerse de perfil. Ni mucho menos.