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Olimpismo

La intrahistoria de la campaña electoral del COI: palmadas en la espalda y promesas de votos

El Comité Olímpico Internacional afronta una semana decisiva, con la elección de un nuevo presidente tras los doce años de presidencia de Thomas Bach

Los miembros del COI, tras los JJOO de París

Los miembros del COI, tras los JJOO de París

Javier Giraldo

Javier Giraldo

El Comité Olímpico Internacional (COI) tendrá nuevo presidente el próximo jueves, 20 de marzo, el día en el que actual presidente, Thomas Bach, entregará el testigo a uno de los siete candidatos que optan al cargo. 

Presidente desde septiembre de 2013, Bach deja la presidencia tras cumplir un mandato de ocho años que hizo extensible a cuatro más, en virtud de la normativa del COI.

Cuando el próximo jueves, alrededor de las tres de la tarde en España (las cuatro en la ciudad griega de Olimpia, donde tendrán lugar las votaciones), Bach corone al nuevo emperador (o emperadora) del deporte mundial, habrá concluido oficialmente el proceso de la campaña electoral a la presidencia del COI, un proceso envuelto en secretismo y plagado de normas que los siete candidatos han tenido que atravesar. 

Siete candidatos

Solo uno podrá cantar victoria: Kirsty Coventry (Zimbabue, 41 años), Sebastian Coe (Reino Unido, 68 años), David Lappartient (Francia, 51 años), Morinari Watanabe (Japón, 66 años), Johan Eliasch (nacido en Suecia pero con nacionalidad británica, 63 años), Feisal Al Hussein (Jordania, 61 años) y el español Juan Antonio Samaranch (65 años) optan a la presidencia. 

Algo tienen en común: la sensación, acumulada a lo largo de los últimos meses, de que si fuese por las promesas de voto que han recogido durante la campaña, todos tendrían más de cien votos. 

Pero se trata de un imposible, ya que el presidente del COI es elegido en una votación ultrasecreta en la que solo participan los miembros elegidos del comité, 109 personas que decidirán, en función de sus intereses, filias o fobias, el destino del olimpismo en los próximos doce años, ya que el nuevo presidente podrá disfrutar de un mandato de ocho años, prorrogable a cuatro más. 

Desde 1894, el COI solo ha tenido nueve presidentes: el dato ilustra la solidez del Comité Olímpico Internacional pero sobre todo, su ansia de estabilidad. 

No es un organismo dado a las innovaciones ni especialmente interesado en la transparencia: de ahí el sistema para elegir nuevo presidente –votación secreta y a puerta cerrada.

Estrictas normas de campaña

De ahí también las normas que rigen la campaña electoral: desde que en septiembre de 2024 se hizo público el nombre de los siete candidatos, todos tuvieron que atenerse a unas normas estrictas: no se permiten mensajes en vídeo, se prohíben las comparaciones entre candidaturas, se limita el uso de las redes sociales y se veta la mención al resto de candidaturas. 

También se pide a los candidatos que limiten sus viajes y que intenten contactar con sus posibles votantes de manera telemática. Se prohíben expresamente los regalos, las donaciones o la promesa de conceder cualquier tipo de ventaja.

Es, o ha sido, en realidad, una campaña electoral de puertas adentro: no se trata de convencer al público, ni a los millones de aficionados que cada cuatro años disfrutan de los Juegos Olímpicos, sino a un grupo muy reducido de votantes.

El COI busca nuevo presidente

El COI busca nuevo presidente / IOC

Ni encuestas ni sondeos

Los miembros del COI se conocen perfectamente: son 109 personas de diversas procedencias, pero que comparten el hecho de gobernar el olimpismo desde una posición de privilegio. 

Por ello, la campaña electoral consiste en un sinfín de reuniones privadas en busca del voto: hay muchas palmadas en la espalda y muchas promesas, pero pocas certezas.

Es solo la intuición la que permite establecer un ránking de favoritos. Los sondeos o las encuestas no tienen sentido porque los miembros del COI son impenetrables.