El día que Donald Trump apoyó a Barcelona en los Juegos Olímpicos de 1992

Los Juegos Olímpicos de Barcelona 92 marcaron un antes y un después en la historia de la Ciudad Condal. Más allá del privilegio de poder albergar el evento deportivo por excelencia, la elección de Barcelona como sede olímpica supuso una transformación de la ciudad a todos los niveles.

33 años después de su celebración, los Juegos Olímpicos de Barcelona siguen guardando historias desconocidas u olvidadas por la gran mayoría. Una de las más curiosas, rescatada hoy mismo por el archivo de la televisión autonómica TV3, se remonta a junio de 1991, en una de las iniciativas de la Ciudad Condal para darse a conocer a ojos del mundo.

Barcelona'92, el "momento mágico" que impulsó el deporte español

Los hechos suceden en Nueva York, concretamente en uno de los lugares más céntricos de Manhattan: el Hotel Plaza. La delegación de Barcelona utilizó esta icónica ubicación para presentar a Cobi, que a la postre se convertiría en una de las mascotas más recordadas de los Juegos Olímpicos.

Pero lo más destacable del clip rescatado por TV3 no es la localización escogida, sino el encargado de dirigir la presentación de Cobi. El protagonista no es otro que Donald Trump, hoy uno de los actores más poderosos de la política mundial pero que por aquel entonces desempeñaba un rol completamente diferente.

¿QUIÉN ERA DONALD TRUMP HACE 33 AÑOS?

Presentado por TV3 como un "millonario famoso y conocido de las revistas del corazón" aquella rejuvenecida versión de Donald Trump poco tiene que ver con la del actual presidente de los Estados Unidos. De hecho, el año 1991 coincide con uno de los peores momentos de Donald Trump tanto a nivel personal como a nivel empresarial.

Por aquel entonces, Donald Trump era el propietario del Hotel Plaza, además de otros muchos hoteles y del 40% del puente aéreo entre Boston, Whasington y Nueva York. Sin embargo, según describe el enviado especial a Nueva York de TV3, el negocio hotelero del edificio elegido para presentar a Cobi estaba "arruinado".

A nivel personal, Donald Trump se había divorciado de Ivana Trump, con quién había estado casado durante 15 años. La separación no le salió barata al ahora presidente de los Estados Unidos pues, según relata el periodista de TV3, tuvo que desembolsar "mil millones de pesetas", cifra que al cambio representa unos 12 millones de euros.

Más allá de su convulso momento personal, Donald Trump se convirtió por aquel entonces en un gran apoyo para la ciudad de Barcelona. Las palabras del empresario, una de las caras más reconocidas del país y del mundo, pusieron en el escaparate tanto a Cobi como a la Ciudad Condal.