Jackson Quiñónez asume el peso de la responsabilidad

Ya ha batido seis récords de España. Tiene físico, talento, es trabajador, pero su éxito radica en su cabeza. Nunca se da por vencido

Jackson Quiñónez, en apenas dos años como atleta español -nació en Esmeraldas, Ecuador- ha batido ya seis récords nacionales. El vallista azulgrana se perfila como una de las más firmes esperanzas de medalla del atletismo español en los campeonatos del Mundo de pista cubierta que se disputarán en Valencia los días 7 al 9 de marzo. A su incuestionable técnica -fruto de su trabajo en Lleida con su entrenadora, Ascensión Ibañez- se une su capacidad de trabajo y un tesón a prueba de bomba. Quiñónez es el líder indiscutible de la nueva generación de atletas nacidos en otros países y entre los que también se encuentran Josephine Onyia, campeona nacional de 60 metros -natural de Lagos, en la costa nigeriana- y el flamante campeón de España de salto con pértiga, Igor Bychkov, que nació en Donetsk, urbe ucraniana en la que también vino al mundo Serguei Bubka.

Quiñónez es un 'rara avis' dentro del atletismo. En realidad no emigró a España por cuestiones económicas. Quería progresar, deseaba ser mejor atleta, estaba convencido que algún día podría lidiar con los mejores en una especialidad tan técnica como difícil. Las carreras de vallas -60 en sala y 110 al aire libre- le obligaban a buscarse la vida lejos de su país. En Ecuador, la mayor parte del dinero que se destina al atletismo va a parar directamente a la marcha, más concretamente, a las arcas de Jefferson Pérez, el gran ídolo nacional De madre profesora y padre ingeniero agrónomo, dio sus primeros pasos en el baloncesto (mide 1,90 metros y pesa 91 kilos). Pronto decidió abandonar el deporte de la canasta y gracias a una beca de Solidaridad Olímpica recaló en España. Tenía 20 años. Se inició en la prueba de altura y se elevó hasta 2,20.

Insuficiente para alguien que soñaba con mayores logros. En 2001 empezó a probar con las vallas y desde esa fecha, hasta hoy. Progresando, mejorando día a día hasta situarse en tercera posición del ranking mundial del año. A un paso de las medallas dentro de un par de semanas en Valencia. Es el líder natural del equipo.