Carlsen, más allá del tablero

Cristina Moreno

Sven Magnus Carlsen es el decimosexto Campeón Mundial de Ajedrez, un Gran Maestro Internacional de esta disciplina desde los 13 años. Pero este noruego de 27 primaveras es mucho más.

En España, su nombre ha llenado páginas y páginas durante los días que ha durado la final del Mundial de Londres en la que ha revalidado su título. Ha conseguido un seguimiento casi sin precedentes de un deporte que no acostumbra a levantar pasiones y ha escrito para siempre su nombre en la memoria de muchos.

Pero en su país, Carlsen es toda una estrella, un ídolo de masas con aficionados que le siguen allá donde va. Una personalidad que ha mantenido en vilo, delante de sus televisores, a miles de compatriotas durante las doce largas partidas que ha durado este campeonato y por supuesto, durante la épica jornada de rápidas en la que tumbó a su rival, Fabiano Caruana. Un deportista que ha emocionado a todo un país imponiéndose en las rápidas, su terreno, algo por lo que ha sido criticado por muchas de las grandes personalidades del ajedrez como Karparov Kramnik. Pero como cuando juega, Carlsen respondió tranquilo a sus detractores, “están capacitados para mantener sus estúpidas opiniones”, afirmó sin inmutarse tras ganar su cuarto título mundial.

Un genio incomprendido 

Además de su faceta como jugador de ajedrez, este polifacético deportista es también modelo y su cara es de sobras conocida en Noruega donde copa muchos anuncios televisivos y patrocina un sinfín de marcas. No en vano, la revista 'Cosmopolitan' llegó a considerarlo uno de los hombres más sexis.

Sobre él se han escrito libros, se han rodado películas y se han hecho documentales. Precisamente en uno de ellos, “Magnus”, se bucea en la infancia del genio, desvelando que en esa época llegó a sufrir acoso escolar. Tranquilo, concentrado y quizás algo excéntrico, este campeón tuvo que lidiar con estas cualidades desde pequeño. Sufrió ‘bullying’ en el colegio por ser diferente pero supo encontrar en el ajedrez una vía de escape y un modo de vida acorde con sus aptitudes. Ayudó también su memoria fotográfica, y es que con tan solo cinco años conocía todas la banderas del mundo, mientras su padre lo iniciaba en el ajedrez.

Un prodigio que se convirtió en 2013, con 22 años y once meses, en el segundo campeón más joven de la historia en ganar un campeonato mundial tras Garry Kaspárov. Una gesta que le llevó en ese mismo año a entrar en la lista de las 100 personalidades más influyentes de la revista ‘Time’, como ya lo hiciera también Kaspárov, en 2007. La leyenda de Bakú incuso llegó a entrenar al joven noruego pero su idilio duró poco y sus caminos se separaron pasado un año.

Empresario de éxito

Pero el ajedrez no es la única ocupación de este joven talento. También es empresario. Su compañía, Play Magnus, que comercializa aplicaciones sobre ajedrez, está valorada en más de 15 millones de dólares y se ha ganado el respeto de otros grandes del sector como el propio Bill Gates con el que llegó a retarse en un duelo ajedrecístico. El resultado fue lo de menos, aunque no hace falta decir que el campeón se impuso por paliza a su rival. En sus ratos libres baja al mundo de los mortales y  tiene tiempo para los hobbies. Entre ellos, seguir al Real Madrid, club del que es aficionado. Hasta los genios tienen sus debilidades.