Carlsen y Caruana firman la 'X' en la octava partida

Carlsen y Caruana empatan a todo

Carlsen y Caruana empatan a todo / EFE

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Por segunda partida consecutiva el noruego Magnus Carlsen, campeón mundial de ajedrez, salió ileso de una posición inferior frente al aspirante estadounidense Fabiano Caruana, que volvió a desperdiciar, esta vez con blancas, la oportunidad de dar un paso de gigante hacia el título.

Después de 38 movimientos, la octava partida del encuentro, pactado a doce, terminó, como las siete anteriores, en tablas, y el marcador está empatado a 4 puntos cuando se cumplen dos tercios del campeonato.

El tramo teóricamente más favorable para Carlsen, la sexta y la séptima partidas, en las que movió las blancas, transcurrió con más pena que gloria para el campeón, que sufrió mucho en la sexta para escapar a la derrota, exactamente igual que en esta octava.

A partir de este lunes era el aspirante quien vislumbraba un panorama más propicio, con tres de las cinco partidas restantes al mando de las blancas.

Con la iniciativa del lado del aspirante, por primera vez en el encuentro la partida, abandonando la Rossolimo, llegó a la variante Pelikán de la Siciliana, que recibe su nombre del Gran Maestro checo-argentino Jiri Pelikán, fallecido en 1984.

Para disfrute del aficionado, los dos Grandes Maestros recuperaron el espíritu combativo. Las blancas se expandieron en el flanco de dama con un peón en d5 y un caballo en b5, y Carlsen replicó en el ala de rey con peones en e5 y f5.

Caruana jugaba rápido, a veces instantáneamente, enviando a Carlsen el mensaje preocupante de que tenía muy bien estudiada la línea, que dejaba el tablero más abierto que en partidas anteriores y con opciones de ataque para los dos bandos.

A la salida de la apertura la posición era muy volátil pero, a juzgar por el tiempo consumido, el aspirante, con sus dos alfiles más activos, estaba mucho más cómodo que el campeón, que a cambio había situado un poderoso caballo en e5.

Carlsen meditó durante 14 minutos antes de lanzarse al ataque con un 18...g5 que enarbolaba el hacha de guerra a costa de dejar demasiado expuesto a su rey. Pero Caruana también lo tenía previsto. Sin temor a la demostración negra en el flanco de rey, tardó menos de cuatro minutos en contestar 19.c4, aumentando la presión en el flanco de dama.

El campeón se estaba metiendo en apuros de tiempo (34 minutos para 20 movimientos antes del control) y la historia amenazaba con repetirse. Hace dos años, en el Mundial contra el ruso Sergey Karjakin, Carlsen perdió la octava después de siete empates, aunque terminó ganando el "match" en las partidas rápidas del desempate.

Pero otra vez a Caruana le tembló el pulso en el momento decisivo. Después de pensar durante 33 minutos para jugar 21.c5, rompiendo el centro negro, optó después por la defensiva 24.h3, permitiendo a la dama negra llegar en ayuda del rey con 24...De8. El campeón respiró aliviado.

Los cambios de piezas liquidaron las opciones de victoria para ambos y se firmó el empate en la partida más emocionante de las ocho jugadas.

Este martes es jornada de descanso, y el miércoles se jugará la novena, con Carlsen al mando de las blancas.