Alpinismo-Objetivo Broad Peak

El gran desafío de Òscar Cadiach

Òscar Cadiach parte hacia un nuevo reto que nos explica en primera persona y que puede convertirle en el primer catalán en conquistar los catorce 8.000 sin oxígeno 

Òscar Cadiach,en su último asalto al Broad Peak.

Òscar Cadiach,en su último asalto al Broad Peak. / sport

Agustí Bernaus

Òscar Cadiach narra para SPORT el gran desafío al que se enfrenta a sus 63 años y que puede convertirle en el primer alpinista catalán en conquistar los catorce picos de más de 8.000 metros sin oxígeno. Esta es su historia:

"Esta semana me he despedido de mis tres hijos. Conmigo , hoy, llevo la bandera de Tarragona, la de los Juegos del Mediterráneo’2017 y mucha ilusión. Parto solo hacia el Broad Peak, donde trataré de completar los catorce 8.000 sin oxígeno, por supuesto. El inicio de esta aventura es triste porque mi pensamiento está con Nil Bohigas, un innovador, un alpinista que allá donde esté le respetaremos y le querremos como uno de los grandes. Cuando coincidí con él en los entrenamientos de los Alpes, en 1985, ya marcaba la diferencia.

Era el alpinista más destacado de la ‘new wave’ internacional. Nos hemos de descubrir ante lo que hizo en el Anapurna. Su gesta con Lucas no pudo igualarse hasta este siglo. Creo que se avanzaron mucho a la época con sus concepciones. Nosotros, aquel mismo año hicimos el Nanga Parbat. Aparecimos en las portadas de los periódicos más importantes en lo que se denominó la edad de oro del alpinismo catalán.

De allí salieron equipos muy pero que muy potentes que convergieron en la expedición de Conrad Blanc de 1985. Allí también estaba Nil, con sus planteamientos diferentes. Cuando yo bajaba de la cima me lo encontré solo, en una de las últimas tiendas, a 7.800 metros. Hablamos y le comprendí. Quería hollar, estaba en forma y capacitado, pero por un tema de seguridad Conrad decidió que la expedición tenía que concluir. Quizá hubieran sido solo un par de días, pero pesó la seguridad.

Luego Nil cumplió sus sueños. Han pasado 31 años desde que aquella expedición catalana coronó el Everest, 32 de mi primer ocho mil, el Nanga Parbat, cuando conseguimos abrir una nueva ruta con el estilo alpino. La gente me pregunta qué significa ser el primer catalán que complete los ocho mil. Es solo una coincidencia, como la del Everest, pero también un reto. Lo realmente difícil es mantener tu cuerpo preparado durante 31 años para poder escalar a estos límites. El tiempo me ha enseñado que no solo la potencia física es importante. La experiencia y la fuerza mental son fundamentales. Y por fortuna me acompañan.

El alpinismo me ha formado como persona. Si fuera un loco probablemente ahora ya no lo podría explicar, o nadie confiaría en mi. Mi compromiso es absoluto. Soy guía de alta montaña. Tengo heridas, experiencias que dejan huella. Soy de los que piensan que la montaña siempre está ahí para regresar y que lo primero son las personas.Por eso quizá, el Broad Peak sigue en mi mente.

En 1992, con Diemberger abrimos una nueva ruta por la vertiente china con Fem Tarragona. Con Lluis Rafols, Soncini, Dalmau y yo logramos la gesta en la cima Central (8.011m )En el 2014 nos quedamos a 20 metros de la cima principal. Llevábamos tres días escalando y quizá la estrategia fue equivocada. Pero aprendí mucho de aquello. El año pasado, un alud hizo desaparecer a una persona y otra, con la pierna rota, tuvimos que evacuarla. No me arrepiento de haber tomado aquella decisión. Estoy muy contento de que esa persona siga viva, caminando y probablemente escalando. Y si, la montaña sigue ahí.

Ahora espero que me acompañe toda la suerte del mundo. He desestimado la vertiente china porque tenía que conseguir un equipo con un presupuesto para seis u ocho personas. Era imposible. Hoy en día puedes ser un gran alpinista, pero debes tener un talento parecido para conseguir patrocinadores. Nadie te regala nada. Me siento orgulloso de lo que he logrado dando conferencias o haciendo de guía. Y también del soporte del Port de Tarragona, la Diputació, l’Ajuntament y toda la ciudad que me apoya con donaciones particulares, pequeñas cantidades, a cambio de que les remita una postal. Y esto, por ellos, ya vale la pena".

Òscar Cadiach