La Everest Trail Race arranca con un trazado mucho más exigente

Los participantes ya están en el campamento de Patale

Los participantes ya están en el campamento de Patale / Ian Corless

Javier Giraldo

Javier Giraldo

La Everest Trail Race by The Elements arranca mañana, lunes, una nueva edición en el Nepal: los atletas Miguel Heras, Gerard “Blacky” Morales y Manu Vilaseca, con los deportistas locales, son los principales favoritos a la victoria en un nuevo trazado mucho más salvaje e inhóspito.

Después de 10 horas de viaje por carreteras, donde han tenido que cruzar ríos y caminar en el tramo final, los 43 participantes de la Everest Trail Race han llegado al frío campamento de Patale, a 2.800m de altitud en el Solukhumbu.

Al llegar han recibido los spots, la tienda de campaña y se han puesto a cobijo dentro de la tienda comedor para poder charlar de lo que les espera los próximos días hasta la hora de cenar.

Las condiciones del trazado son altamente técnicas, con muchísimo barro, agua, polvo y piedras. Se ha trabajado a conciencia en algunas zonas donde ha habido que podar a mano cerca de dos kilómetros de vegetación que escondía el camino por el que tendrán que pasar los participantes. El motivo era el que quería la organización: zonas no transitadas, fuera de las rutas turísticas durante las cuatro primeras etapas en este reto para los participantes y también para la dirección de carrera.

La meteorología también es protagonista ya que hay que sumarle un monzón intensísimo, que este año que se ha llevado por delante

algunos de los puentes del recorrido. La primera etapa se disputará entre Patale y Dimise-Chorten Digma, con 25 kms de recorrido y 3.625 metros de desnivel acumulado.

La Everest Trail Race by The Elements va a tener 170 kms con 26.000 metros de desnivel acumulado. Serán 12 kms más de distancia que las anteriores ediciones y 500 metros más de desnivel.

El techo de la carrera estará en los 4.104 metros de altitud.