La escaladora Elnaz Rekabi, recibida al grito de campeona por el público en Irán

[ { "insert": "Teherán, 19 oct (EFE).- La escaladora iraní Elnaz Rekabi fue recibida este miércoles al grito de “campeona” por docenas de personas que la esperaban en el aeropuerto de Teherán, después de competir en Corea del Sur sin velo, obligatorio por ley en Irán, en aparente apoyo de las protestas en el país persa. " } ]

Elnaz Rekabi, entrevistada a su llegada a Irán

Elnaz Rekabi, entrevistada a su llegada a Irán

EFE

La escaladora iraní Elnaz Rekabi fue recibida este miércoles al grito de “campeona” por docenas de personas que la esperaban en el aeropuerto de Teherán, después de competir en Corea del Sur sin velo, obligatorio por ley en Irán, en aparente apoyo de las protestas en el país persa.

Elnaz, campeona”, gritaron docenas de personas entre aplausos cuando la escaladora de 33 años salió del aeropuerto internacional Imán Jomeiní de madrugada, de acuerdo con vídeos compartidos en redes sociales por activistas.

La deportista fue además recibida por su familia, que le dio un prolongado abrazo, después de haber expresado temores por su seguridad tras competir en el Campeonato Asiático de Escalada celebrado en Corea del Sur sin velo y con una coleta al aire durante el fin de semana.

Cubierta con un velo y una gorra negra, la escaladora afirmó sentirse “estresada” y “tensa” en su regreso al país, y repitió las disculpas que ofreció en Instagram ayer acerca de la falta de hijab.

“Estaba ocupada poniéndome mis zapatos y mi equipación, y eso hizo que me olvidará de ponerme el velo”, declaró en declaraciones en vídeo a la agencia estatal IRNA en el aeropuerto. Regreso a Irán con la mente en paz a pesar de que siento mucho estrés y tensión. Pero gracias a Dios, nada ha ocurrido”, afirmó. Tras esas declaraciones subió a una furgoneta y abandonó el aeródromo.

El gesto de la escaladora ha sido visto como una valiente muestra de apoyo a las mujeres de su país que llevan semanas protestando contra la obligatoriedad de llevar el velo tras la muerte en septiembre de la joven Mahsa Amini, tras ser detenida por llevarlo mal puesto.

Antes de su llegada a Irán, la embajada iraní en Seúl había negado "todas las noticias falsas y desinformación" relacionada con la deportista, a quien según medios como la BBC se le había retirado el pasaporte y el teléfono.

Las protestas desatadas por la muerte el 16 de septiembre de Amini están protagonizadas sobre todo por jóvenes y mujeres al grito de "mujer, vida libertad", lanzan consignas contra el Gobierno y queman velos, uno de los símbolos de la República Islámica y algo impensable no hace mucho.

Las protestas han ido evolucionando conforme las autoridades han reaccionado: comenzaron con medianas movilizaciones en docenas de ciudades para pasar a las universidades, y de ellas a pequeñas concentraciones, esporádicas y dispersas por las calles, para volver a las facultades.

La ONG Irán Human Rights, con base en Oslo, ha registrado 108 muertos, entre ellas 23 menores, de 11 a 17 años.

Además, hay miles de detenidos, entre ellos exfutbolistas, activistas, abogados y cantantes, algunos de los cuales han sido puestos en libertad bajo fianza.