Nani, desde el hospital: "Este abandono es una putada"

Nani Roma, protagonista de un escalofriante accidente durante la tercera etapa del Dakar, se encuentra ingresado en la Clínica Angloamericana de Lima, en Perú, recuperándose de las lesiones que sufrió en el espectacular vuelco de su Mini a 500 metros de la llegada de la especial. El piloto catalán, que fue trasladado el lunes en helicóptero desde Ica, deberá permanecer otra noche en observación en el citado centro médico.

Los médicos le han hecho multitud de pruebas desde que ingresó en la Clínica, descartando cualquier fractura. Nani Roma explicó por teléfono a SPORT que "he pasado mala noche, con el estómago muy removido y para serte sincero me duele todo, sobre todo a la altura de los hombros". El piloto catalán tenían esperanzas de abandonar hoy mismo el hospital, pero los médicos han decidido que permanezca otra noche en observación para descartar cualquier imprevisto y así tener más tiempo para recuperarse de los golpes.

Sobre el accidente, Nani Roma explicaba que "la visibilidad era limitada por el sol y me comí un agujero tras la cresta de una duna, en el mismo punto en el que varios pilotos también se llevaron un buen susto". El punto no estaba indicado en el libro de ruta y el piloto remarca que "es muy complicado hacer un road-book, ya que con tantos kilómetros fuera de pista tampoco puedes anotar todos los peligros".

Las primeras informaciones que nos llegaron del Dakar indicaban que Nani Roma había perdido el conocimiento tras el primer golpe. Él apuntaba ayer que "estábamos acelerando a fondo porque llegábamos al final de etapa y teníamos la oportunidad de recortar tiempo después de los problemas que habíamos tenido en la segunda etapa y colocarnos en el tren delantero de la carrera, además de situarnos muy bien para la salida de la etapa de hoy", explicando que en plena subida giró el coche y el Mini volcó. Nani quedó aturdido "y cuando me despierto veo el coche chafado. No sabía qué me pasaba ni dónde estaba, era una sensación muy rara".

El piloto catalán nos desvela que "en el momento en que Àlex Haro - su copiloto- acciona el freno de mano el equipo ha podido ver por la telemetría que teníamos 1G lateral y el golpe fue de 5G".

La dureza de este Dakar está siendo extrema y "van a pasar muchas cosas. Está siendo muy duro".