Laia Sanz: "Me quedan dos Dakar más en moto"

Después de completar su octavo Rally Dakar en una excelente 12ª posición absoluta, Laia Sanz asegura que se siente respetada por los demás pilotos y que ha disfrutado “más que nunca” en una carrera con el sello de Marc Coma.

Después de ocho ediciones, por fin ha disfrutado un Dakar a su gusto...

Más que disfrutar, he sufrido. Pero sí, me gusta mucho el rumbo que ha cogido la carrera bajo la batuta de Marc Coma. Ha conseguido recuperar el espíritu más de aventura, arena y navegación del antiguo Dakar africano. Espero y deseo que continúe en esta línea. Y que siga Perú, un país que le da mucho a la carrera, porque abre muchas posibilidades de hacer fuera pistas.

¿Cambiaría algo?

Lo único que quizá eliminaría es una etapa como la super Fiambalá, con las motos saliendo detrás de los coches y camiones. La pista queda destrozada. Si estás luchando por un resultado en la general y tienes que apretar es muy peligroso. Cada vez que me toca salir en estas condiciones me voy al suelo.

Dicen que la 40ª edición ha sido la más dura desde que el rally se mudó a Sudamérica. ¿Está de acuerdo?

La opinión general de los pilotos es que no ha habido ningún día extremo, pero sí una dificultad sostenida y elevada. El nivel ha sido alto desde el primer día y cada día, sin respiro. En Perú ya fue un inicio muy difícil. También Bolivia. Y en Argentina tuvimos la suerte de que no hizo calor, sino habría habido una escabechina.

Pero sí ha habido muchos abandonos de favoritos...

En motos es más normal que ocurra, cada año, porque los pilotos van muy rápidos, muy al límite y siempre hay caídas. Pero en coches ha sido una debacle sorprendente, quizá porque nos estábamos mal acostumbrando a un Dakar tipo Baja, de pistas y de correr, y esta vez ha vuelto a ser una carrera de navegación, de dunas, de muchas dificultades... los coches han sufrido, sobre todo en las dunas de Perú.

¿Qué le parece el triunfo de Carlos Sainz?

Increíble y además me alegro porque lo ha logrado en un Dakar poco ‘WRC’, muy dakariano. Se ha demostrado que ya tiene mucha experiencia en esta carrera. Los últimos años no le había ido nada bien, pero fue persistente y al final se ha salido con la suya.

Viendo cómo ha ido la carrera, ¿siente que ha perdido una oportunidad de repetir en el ‘top ten’ como en 2015?

Habría firmado de sobras quedar en 12ª posición porque antes de empezar veía muy difícil acabar entre los quince mejores, pero sí es verdad es que después, tal como se ha desarrollado esta edición, perdí la ocasión de meterme entre los diez primeros. Hasta el día de Fiambalá estuve siempre en este grupo delante... Pero bueno, no es excusa, en el Dakar a todos nos pasan cosas y no sirve eso de decir: “Si no llega a ser por eso o por aquello…”.

¿Hasta cuándo en las motos?

Me encantaría correr el Dakar en coche, pero como mínimo haré dos ediciones más en moto porque acabo de firmar dos años como piloto oficial de KTM y creo que puedo ser competitiva. Ahora veo más real la posibilidad de hacer un Dakar sobre cuatro ruedas y espero que cuando llegue el momento pueda dar el paso con un buen coche y formándome como piloto. Motivación tengo siempre y más con un Dakar como el que hemos tenido este año. 

Después de ocho ediciones ¿se siente más respetada por sus colegas masculinos?

Creo que me respetan más los pilotos que saben lo que es el Dakar. Cuando has hecho un Dakar sabes lo duro que es y lo difícil que es acabar. Y yo he acabado los ocho que he disputado y los últimos años estando entre los quince primeros,  colándome delante en varias etapas. Eso significa que he hecho bien las cosas. En el equipo KTM los compañeros me aprecian, la relación es muy buena y siento que me respetan mucho.

Con los años ¿es más consciente del peligro?

Es verdad que con el tiempo te das cuenta de lo arriesgado que llega a ser un Dakar en moto. Cada año vas viendo lesiones de otros pilotos, caídas graves de compañeros, amigos… ahora soy mucho más consciente del peligro que cuando corrí mi primer Dakar. Será cosa de la edad. De todas formas, dentro de la locura que es correr un Dakar, creo que hay que ser un poco prudente, intentar no ir al límite porque dura quince días y hay que ir con mucho cuidado.

¿Cuál es su plan de competición esta temporada?

Dejo el Mundial de Enduro, porque me absorbe mucha energía y los pilotos que pelean por la general del Dakar solo se preparan para eso. Haré alguna prueba del Nacional de enduro, como entrenamiento, también alguna clásica tipo Basella y me centraré en los rallies.