DAKAR 2018

Calleja: "En el Dakar, a veces hay que ir despacio para llegar rápido"

Jesús Calleja espera completar el Dakar con su  Proto Racing

Jesús Calleja espera completar el Dakar con su  Proto Racing / CALLEJA TEAM

Sport.es

El Jesús Calleja Team Rallies ha llegado este viernes a La Paz (Bolivia), tras superar las seis etapas iniciales del Rally Dakar 2018. Después de un buen inicio, en el que Jesús Calleja y Jaume Aregall incluso lograron finalizar en 37ª posición de la tercera etapa, el equipo ha vivido unos dos últimos días de desafío constante.

A sólo 14 kilómetros de finalizar la quinta etapa, el coche tuvo un problema en el motor y tuvieron que ser remolcados hasta el bivouac. Al día siguiente, tuvieron que afrontar una reparación frenética para salir a tiempo de Arequipa y finalmente llegar a La Paz de madrugada, tras un problema con una rueda. 

Pese a todo, Jesús Calleja entra en la jornada de descanso con optimismo, contento por cómo han afrontado las exigentes dunas de Perú y con ganas de retomar la competición este sábado, como reconoce en esta entrevista.  

CINCO PRIMERAS ETAPAS MUY DURAS"

"Las cinco primeras han sido de arena y muy duras, como ya nos había comentado Carlos Sainz a los más novatos. Creo que nunca ha habido un Dakar sudamericano con unas dunas así, han sido muy técnicas, muy blandas y muy altas: todos los ingredientes para tener muchas dificultades.

"Pero a su vez son muy bellas; nos hemos visto sobrecogidos por las montañas de arena, cuando te adentras en ellas te da una sensación que yo llamo susti-gusti: imponen mucho pero admiras estar allí, me ha parecido un reto maravilloso.

"Estoy muy satisfecho de haber pasado las cinco jornadas de dunas, que decían que una vez las superabas tenías ya muchas posibilidades de acabar la prueba. El balance por ahora es fantástico y quiero dar la enhorabuena a Marc Coma por el diseño del rally hasta el tramo actual”. 

DOS AVERÍAS IMPORTANTES

"Todo empezó en la quinta etapa cuando, a 14 kilómetros de llegar a meta, se nos estropeó el motor y no podíamos repararlo. Nos tuvo que remolcar un camión que participaba en el rally y que iba entre 80 y 100 kilómetros/hora. Fue una sensación terrible, íbamos dando unos botes increíbles, saltando dunas y baches, pero aguantamos hasta el final.

Luego pasamos nueve horas más en el enlace, remolcando el coche hasta el bivouac, aunque apenas teníamos tiempo para reparar el motor y no habíamos dormido en un día. Finalmente pudimos empezar la sexta etapa casi al límite del tiempo y los últimos, por lo que tendremos una penalización de horas.

Por desgracia, en medio del recorrido, se nos salió una rueda y tuvimos que pasar otras dos horas reparándola. Hicimos la mitad de la prueba de noche, lloviendo y nevando, para acabar llegando a las cuatro de la mañana. 

El Dakar es imprevisible, superas lo más difícil y una etapa que parece fácil se convierte en una pesadilla. Mañana con la penalización perderemos bastante posiciones en la clasificación general, pero seguimos en carrera que es lo más importante”.

SUPERAR LAS DUNAS, TODO UN RETO

“Ha sido no precipitarse y analizar bien los sectores difíciles. Veo a mucha gente que se mete muy rápido y sin pensar y luego pasa lo que pasa. Es preferible parar o incluso bajarse del coche si lo ves muy complicado, para poder encontrar un pasaje para hacerlas. Es importante ir despacio; ha habido muchos abandonos, de gente importante con experiencia, por intentar ir demasiado rápido.

También ha sido clave tener kilómetros en las dunas, he tenido la suerte que mi copiloto Jaume Aregall me ha enseñado muy bien a hacerlas y he aprendido a leerlas, a ver la parte blanda y la dura, a poder surfear las crestas… A veces mucha gente intenta seguir a los líderes, pero ellos van con coches mucho más potentes y por donde ellos pueden subir, tú no.

Hay que buscar otros pasajes, abrir huella nueva y hacer tu itinerario acorde con tu motor. Como esto lo hemos hecho bien, sólo nos hemos quedado atrapados tres o cuatro veces. Así es como logramos acabar el 37º de la tercera etapa, yendo poco a poco pero perdiendo muy poco tiempo. Esto nos dice que, a veces, hay que ir despacio para llegar más rápido”.

DOS DAKAR DIFERENTES

“He llegado a la edición actual mucho más preparado. Hice cerca de 4.000 kilómetros en Abu Dhabi, corrí en la Baja Aragón y en Marruecos… Me preparé para venir aquí, a un rally muy duro y de muchas dunas. A cualquier cosa que hagas en la vida hay que ir bien entrenado y sabiendo dónde te metes. En 2011 no sabía a lo que me enfrentaba, creía que podía hacerlo sin más y no fue así”.

QUEDAN ETAPAS PREOCUPANTES

“El Dakar es tan imprevisible que, aunque digan que la peor parte ya ha pasado, yo no me lo creo. Hay dos etapas de aquí al final que me preocupan: en Fiambalá, donde ya tengo la experiencia de 2011, nos esperan sorpresas, más de 40ºC y dunas blandas como polvo; y en Belén.

Sin despreciar a las demás, creo que esas van a ser determinantes. Este sábado empezamos la etapa maratón, donde tendremos que superar muchos kilómetros sin asistencia y guardar el vehículo. No creo que sea tan difícil técnicamente como las anteriores, sino cuestión de fuerza, resistencia y nunca tirar la toalla”.