El villano de la final de la Libertadores

Cuca pasó de ser el entrenador milagro del Santos FC... al culpable de la derrota en la final de la Libertadores (1-0) ante el Palmeiras. Una acción impulsiva en el tiempo añadido manchó para siempre su currículo.

La final había entrenado en tiempo de descuento. Olía a prórroga. El balón llegó al área técnica del Santos y Cuca, de forma pícara, quiso retenerlo para ganar unos preciosos segundos. El entrenador, sin embargo, no contaba que su expupilo en el At. Mineiro, el lateral Marcos Rocha, con quien ganó la Libertadores en 2013, se lanzaría al suelo. Ambos se enzarzaron, Cuca acabó patéticamente en el suelo y se montó el lío.

La posible última acción antes de la prórroga derivó en una tangana, que hizo alargar fatídicamente el partido para los intereses santistas. Al árbitro argentino, Patricio Loustau, no le tembló el pulso. Roja directa a Cuca , que pedía gestualmente la intervención del VAR para que analizara el lance.

El Santos perdió el temple y la serenidad. Se despistó y lo pagó carísimo.En la acción siguiente, en el minuto 8 de un descuento que se eternizaba, Rony, que ha sido el jugador más determinante de la Libertadores, se sacó un centró largo que, Breno Lopes transformó en un certero cabezazo, convirtiéndose en el héroe por acaso de la final.

La camiseta icónica de la Virgen María, que ha llevado Cuca durante las eliminatorias claves de la Libertadores, no impidió al religioso entrenador de cometer un pecado futbolísticamente mortal para su equipo.

El técnico del Santos ha focalizado todas las críticas de la prensa brasileña, que lo ha despedazado. "Pagó muy caro su villería y su acto ridículo y aún fue más caricato cuando pidió la intervención del VAR", se podía leer este domingo. "Cuca fue injusto consigo mismo manchando una campaña espléndida con un comportamiento que quedará para siempre en la historia de la Libertadores", se ha publicado en columnas de opinión.

El técnico no compareció en la sala de prensa de Maracaná. Quien dio la cara fue su hermano y asistente, Cuquinha. "No hizo nada, no se merecía la expulsión", señaló y atacó al palmeirense Marcos Rocha: "nos duele que haya sido él, porque lo rescatamos del América para llevarlo al At. Mineiro, el agresor solo vio la amarilla y el agredido la roja, no tiene ningún sentido que el VAR no haya actuado".