Los jugadores de Boca vuelven a Argentina y tendrán que aislarse 7 días

Los futbolistas tomaron parte en una pelea en los vestuarios del estadio tras su eliminación

La serie ante el Atlético Mineiro fue polémica por los dos goles que se le anularon al Xeneize

Jugadores de Boca Juniors.

Jugadores de Boca Juniors / AFP

EFE / Buenos Aires

Los jugadores, el cuerpo técnico y los directivos de Boca Juniors que regresaron este miércoles a Buenos Aires tras la polémica eliminación en los octavos de final de la Copa Libertadores en Belo Horizonte deberán permanecer aislados durante siete días por disposición del Gobierno argentino. La delegación xeneize pasó la noche del martes en una comisaría tras desatarse una pelea en los vestuarios del estadio.

La determinación la tomó el Ministerio de Salud después de considerar que los integrantes del Xeneize rompieron la "burbuja sanitaria" al protagonizar una pelea con policías y luego pasar por una comisaría. "El plantel deberá aislarse en el dispositivo previsto por el club durante siete días de acuerdo a las previsiones vigentes para las delegaciones deportivas en eventos internacionales, cumpliendo las prácticas correspondientes bajo la modalidad burbuja y sin intervención o interacción de terceros", dice el comunicado del Ministerio.

Boca Juniors empató sin goles ambos partidos ante el Atlético Mineiro y quedó eliminado en los penaltis en los octavos de final de la Copa Libertadores. Tras el partido, hubo varios hechos de violencia entre la policía brasileña y los jugadores, integrantes del cuerpo técnico y directivos del Xeneize, que derivó que en varios de ellos tuvieran que declarar en una comisaría. Según informó el Ministerio de Salud, quienes viajaron a Brasil deberán "someterse a las evaluaciones del equipo médico para su seguimiento" y someterse a pruebas de coronavirus.

Boca Juniors debe enfrentar el sábado a Banfield en la segunda jornada de la Liga argentina.

El Atlético Mineiro pide un castigo severo

El Atlético Mineiro brasileño exigió este miércoles a la Conmebol que imponga un castigo severo a los jugadores y miembros de la delegación del Boca Juniors argentino por los incidentes violentos que promovieron tras el partido. El Mineiro afirmó en un comunicado que los incidentes fueron provocados por los argentinos en el estadio Mineirao, de la ciudad de Belo Horizonte. "Las escenas de violencia ampliamente divulgadas por los medios evidencian, de forma inequívoca, que toda la confusión fue provocada por los jugadores y empleados del club argentino", añadió la dirección del club brasileño. "No se admite que en una competición de alto nivel, como la Copa Libertadores, haya espacio para este tipo de comportamiento y conducta antideportiva, razón por la cual el Atlético Mineiro exige de la Conmebol severa punición a los infractores", agrega el comunicado.

De acuerdo con la nota, el presidente del Atlético Mineiro, Sergio Coelho, intercedió ante las autoridades brasileñas tras la retención de algunos jugadores argentinos, pidió a los abogados del club que ofrecieran apoyo a la delegación del Boca Juniors y hasta pagó los 6.000 reales (unos 1.200 dólares) de fianza que fue impuesta para la liberación de los retenidos. De acuerdo con el Mineiro, el jefe de seguridad del Boca Juniors pidió personalmente disculpas a la dirección del club brasileño por lo ocurrido, así como lo hicieron algunos dirigentes argentinos.

Según un relato de lo ocurrido ofrecido por el club brasileño en su nota, los incidentes comenzaron cuando los dos equipos abandonaran el césped y se dirigieran a sus vestuarios y algunos jugadores y miembros de la comisión técnica del Boca Juniors intentaron invadir el vestuario de los árbitros. El club de Buenos Aires alegó que fue perjudicado por la anulación de los goles supuestamente válidos que anotó tanto en el partido de ida como en el de vuelta después de que los árbitros de cada compromiso decidieran pedir revisión del VAR. La anulación de los goles, que terminó provocando la eliminación en la Libertadores, irritó a los jugadores del club porteño, que buscaron explicaciones a los árbitros.

En el camino hacia los vestuarios de los árbitros, sin que pudiesen ser contenidos por los miembros de los equipos de seguridad del estadio, jugadores y empleados del Boca arrojaron barreras de contención, extintores, dispensadores de agua y hasta varillas de acero, según la versión del club brasileño. "Súbitamente, sin lograr éxito en su intento de buscar a los árbitros, los argentinos decidieron invadir el vestuario del Atlético Mineiro, que en ese momento tan solo era protegido por un vigilante. Para proteger la integridad física de los atletas, hasta el presidente del club se posicionó para impedir la entrada de los argentinos", agrega la nota.

De acuerdo con el Atlético Mineiro, los argentinos solo pudieron ser contenidos por la policía, que usó gas pimienta para dispersarlos. La policía anunció el arresto de algunos jugadores y empleados del Boca pero todo el equipo decidió acudir a la comisaría y terminó pasando la noche en los autobuses de la delegación mientras los acusados eran interrogados. Los jugadores, el cuerpo técnico y los directivos de Boca Juniors sólo consiguieron regresar a Buenos Aires en la tarde de este miércoles.