Flamengo - Paranaense, otra final brasileña de la Copa Libertadores

El Flamengo lo tenía atado y bien atado desde el 0-4 en Liniers. El rubronegro carioca cumplió y llegó a su tercera final en cuatro ediciones de la Copa Libertadores de América al doblegar al Vélez Sarsfield por 2-1 (con tantos de Pedro y Marinho) en un Maracaná enloquecido. El conjunto de Dorival Junior se enfrentará al Ath. Paranaense, dirigido por el incombustible Luiz Felipe Scolari, que hizo la machada de eliminar al Palmeiras, vigente bicampeón continental.

El segundo asalto entre el Mengao y el Fortín fue un no-encuentro. Ni los del Cacique Medina se creyeron nunca que podían remontar, a pesar del gol inicio de Lucas Pratto, ni los brasileños quisieron arriesgar poco interesados en mantenerse invictos y muy obsesionados en no perder ningún efectivo para la final.

El encuentro sirvió para que Pedro, en estado de gracia, marcara su 12º tanto en esta edición (una cifra que no se alcanzaba desde hacía 22 años) y confirmara su artillería. Nunca un futbolista rubronegro había alcanzado semejante registro... ni Zico. Su presencia en la lista de Tite para los amistosos de septiembre está confirmada y tiene un pie y medio en el Mundial de Catar.

LA COPA LIBERTADORES... DE BRASIL

El Flamengo - Ath. Paranaense es una final inédita en 63 ediciones de Libertadores. El título se disputará a partido único el sábado 29 de octubre en el Estadio Monumental, en Guayaquil (Ecuador). Será la tercera edición consecutiva en la que equipos brasileños copan las dos plazas de finalistas, lo que reafirma el aplastante dominio 'canarinho' en el torneo continental.

Para el Flamengo esta será la segunda final consecutiva, tras caer el año pasado en la prórroga contra el Palmeiras (2-1), y la tercera en los últimos cuatro años, lo que escenifica su poderío continental.

Su último título se remonta al 2019, cuando el entonces equipo dirigido por Jorge Jesus ganó al River Plate (2-1), con dos goles in extremis de Gabigol, en un encuentro disputado en Lima.

El Ath. Paranaense, que el año pasado se llevó la Copa Sudamericana, en cambio, consigue alcanzar la segunda final de Libertadores de su historia, 17 años después de perderla contra el Sao Paulo.